Reportaje:Gran Premio de Portugal

Bautista se pone a punto

El español consigue la primera victoria de la temporada tras escaparse en las primeras vueltas

Los equipos de MotoGP se frotan las manos cada vez que Álvaro Bautista sale a la pista. La puja por este piloto español de 23 años ya ha comenzado. Al extraordinario talento que demuestra cuando se sube a una moto, hay que añadir una personalidad encantadora, sin cosas raras. En definitiva, el caramelo más apetecible que pulula hoy en día por las categorías inferiores.

En Estoril, Bautista arrasó y estrenó su casillero de victorias este año, su tercero en la categoría. Tras comenzar el curso de forma calamitosa -en Qatar fue sexto por un neumático trasero defectuoso, y en Jerez se cayó ...

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Los equipos de MotoGP se frotan las manos cada vez que Álvaro Bautista sale a la pista. La puja por este piloto español de 23 años ya ha comenzado. Al extraordinario talento que demuestra cuando se sube a una moto, hay que añadir una personalidad encantadora, sin cosas raras. En definitiva, el caramelo más apetecible que pulula hoy en día por las categorías inferiores.

En Estoril, Bautista arrasó y estrenó su casillero de victorias este año, su tercero en la categoría. Tras comenzar el curso de forma calamitosa -en Qatar fue sexto por un neumático trasero defectuoso, y en Jerez se cayó en la última vuelta cuando era líder, tras gripar el motor de su Aprilia-, el español, campeón mundial de 125cc hace dos años, volvió a entonarse en Portugal. Poco a poco, el motociclista de la eterna sonrisa de pillo se pone a punto. Tenía que ser aquí, en una pista que le chifla y en la que lleva tres años seguidos saliendo a hombros. Si pilota como ayer, nadie en la parrilla del dos y medio puede toserle. Todos van a su rebufo. Con Jorge Lorenzo haciendo estragos en su estreno en MotoGP, Bautista ha heredado la condición de primer piloto de la fábrica de Noale. Ayer se supo por qué.

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En una pista muy deslizante debido al agua caída por la noche, el español apenas se dio media vuelta de respiro. Una vez se vio al mando, y sin nadie que le incordiara, comenzó a forzar el ritmo hasta despegarse de las garrapatas que trataban de atarle en corto. Especialmente de Marco Simoncelli, el piloto al que se llevó por delante en Jerez, mientras peleaban por la victoria. El italiano lo intentó todo, pero no pudo impedir la escapada de Bautista que, una vuelta rápida tras otra, puso metros de asfalto entre él y su rival. Antes del ecuador de la carrera, la historia estaba finiquitada. Cayeron las vueltas, y el español fue el único que mantuvo sus tiempos constantes. Por detrás, Simoncelli, y a más de 10 segundos, el resto.

Con la papeleta resuelta en las primeras vueltas, el español aflojó un punto en el tramo final para no sufrir otra rotura de motor. "Es una victoria especial porque llega tras dos carreras en las que tuve muy mala suerte", dijo Bautista. "Por eso era muy importante demostrar que estamos allí y que somos capaces de ganar carreras", resolvió el talaverano que, con este triunfo, escala hasta la quinta posición de la clasificación general.

Álvaro Bautista celebra su victoria en el podio del circuito de Estoril.REUTERS

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