Un motor acrobático de 60 caballos

Un mar de arena por el que "caminan" delicadamente 60 caballos y "vuelan" 37 artistas. Acróbatas y saltimbanquis, jinetes danzarines y cantantes compiten en sinuosidad de movimientos con los equinos. Marrones, tostados, blancos, negros... de melenas espectaculares.

Unos cuerpos que bailan y hasta saludan, en un espectáculo estructurado en un viaje por la historia de la humanidad... Unida al trote: de las pinturas rupestres a las cuádrigas de la antigua Roma o el bosque de los guerreros chinos. "Mi reino por un caballo", dice una cita del Ricardo III de Shakespeare proyectada en una pant...

Un mar de arena por el que "caminan" delicadamente 60 caballos y "vuelan" 37 artistas. Acróbatas y saltimbanquis, jinetes danzarines y cantantes compiten en sinuosidad de movimientos con los equinos. Marrones, tostados, blancos, negros... de melenas espectaculares.

500 vecinos de la zona recibirán entradas para compensar molestias

Unos cuerpos que bailan y hasta saludan, en un espectáculo estructurado en un viaje por la historia de la humanidad... Unida al trote: de las pinturas rupestres a las cuádrigas de la antigua Roma o el bosque de los guerreros chinos. "Mi reino por un caballo", dice una cita del Ricardo III de Shakespeare proyectada en una pantalla. Un apunte multimedia que informa a los espectadores: 33 sementales, ninguna yegua, edad media: ocho años... Es Cavalia, que desde anoche vibra dentro de una carpa gigante. Creado por Normand Latourelle, vinculado a los orígenes del Circo del Sol, y con la amazona Magali Delgado como directora ecuestre, el espectáculo ha recorrido medio mundo desde 2003 (con más de un millón de espectadores). Su gira europea les ha traído por primera vez a España y tras su paso por Barcelona (llegó el 29 de enero y prorrogó la estancia tres semanas por la demanda de público), se quedará en Madrid hasta el 27 abril. Y en Bilbao aterrizará el 27 de mayo. En un principio iba a quedarse hasta el 13, pero la demanda de entradas (25.000 vendidas ya) ha hecho prorrogar el calendario de funciones, según aseguran satisfechos los organizadores. "Tenemos contrato para mes y medio", comenta uno de los acomodadores, español. "La mayoría son canadienses, como el espectáculo", dice. Y lo comprueban los espectadores que son llevados a su grada por un chico que les habla mitad en inglés y en francés.

A algunos espectadores les gustaría que estos caballos de remite americano, español y francés "hablaran como los caballos andaluces". "Es que hacen virguerías", dice Pilar "un poco decepcionada". Pero otros espectadores aplaudían encantados este cóctel de teatro ecuestre, música (en directo) romanticona y toques irónicos.

Pero a la expectativa de ruidos y jaleo de coches (hay un aforo de 2.000 espectadores diarios) se encuentran los vecinos de la carpa. Una torre de 21 pisos, puerta con puerta con el circo de Cavalia, al final de la zona llamada Isla de Chamartín (junto al nudo de Manoteras, que une las carreteras M30, M11 y A1).

La carpa gigante de Cavalia (2.445 metros de superficie) está sustentada por cuatro torres de altura equivalente a diez pisos. Los vecinos están resignados a la molestia estética de que les tapen las vistas y al polvo que levantaron las obras de acondicionamiento del solar (también hubo un desperfecto en una valla del jardín). Han conseguido, según comentó ayer el presidente de la comunidad, Pablo Fernández Armirotti, que la organización de Cavalia atienda las peticiones de la comunidad de vecinos: agentes para regular el acceso a la calle (es una vía sin salida) y proporcionar tarjetas de identificación a los residentes. Anoche fue un estreno vip (con su aporte de famosos, entre ellos doña Pilar de Borbón, hermana del Rey) y el ruido del espectáculo (que terminó a las 23.30) llegó a los vecinos como un rumor tras la insonorización de las ventanas.

En próximos días, los 500 propietarios recibirán entradas para comprobar lo que hay dentro de la carpa. "Ya veremos", dice Armirotti.