Gallardón desafía a Aguirre y arranca ya la remodelación de Prado-Recoletos

No quiso pronunciarse en toda la semana. Tocaba meditar. Calcular y preparar bien la estrategia. La cita era el jueves. Y ayer, al fin, se subió al caballo y presentó, en un discurso largo, solemne y estructurado, el tercer acto de la batalla Gallardón-Aguirre. Así, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en medio de un alegato de su independencia, de la de su corporación y la de "los ciudadanos de Madrid", anunció que comienza las obras del polémico eje Prado-Recoletos. Y todo eso después de que el lunes la presidenta regional, Esperanza Aguirre, pusiera la última traba al proyecto e in...

No quiso pronunciarse en toda la semana. Tocaba meditar. Calcular y preparar bien la estrategia. La cita era el jueves. Y ayer, al fin, se subió al caballo y presentó, en un discurso largo, solemne y estructurado, el tercer acto de la batalla Gallardón-Aguirre. Así, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en medio de un alegato de su independencia, de la de su corporación y la de "los ciudadanos de Madrid", anunció que comienza las obras del polémico eje Prado-Recoletos. Y todo eso después de que el lunes la presidenta regional, Esperanza Aguirre, pusiera la última traba al proyecto e insistiera en las bondades de un túnel.

No quiso pronunciarse en toda la semana. Tocaba meditar. Calcular y preparar bien la estrategia. La cita era el jueves. Y ayer, al fin, se subió al caballo y presentó, en un discurso largo, solemne y estructurado, el tercer acto de la batalla Gallardón-Aguirre. Así, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en medio de un alegato de su independencia, de la de su corporación y la de "los ciudadanos de Madrid", anunció que comienza las obras del polémico eje Prado-Recoletos. Y todo eso después de que el lunes la presidenta regional, Esperanza Aguirre, pusiera la última traba al proyecto e insistiera en las bondades de un túnel.

Pero no. Esta vez, parecía pensar el alcalde, no toca pasar por el aro. "Vamos a hacer el proyecto tal y como salió del concurso [que ganó el equipo del arquitecto Álvaro Siza]. Agradecemos las opiniones y sugerencias de la Comunidad, pero no tiene competencias sobre el modelo de ciudad o sobre el tráfico". Y así, marcando músculo, explicó el alcalde su estrategia para desbloquear la reforma.

El plan consiste en trocear el proyecto en obras separadas y dejar para el final el tramo de los museos. Ésa es una zona declarada Bien de Interés Cultural por el propio Gallardón cuando era presidente regional y la única donde Aguirre puede ahora meter mano. De esa forma, los nueve meses que dura el procedimiento ordinario de evaluación ambiental se utilizan para avanzar la remodelación por otros flancos en los que no tiene competencias. De entrada, hoy mismo comenzará el proceso de licitación de las obras de la glorieta de Carlos V y de la plaza de las Cortes. Algo parecido a lo que se hizo con las obras de la Cuesta de Moyano o del entorno de CaixaFórum, ya terminadas.

"El Ayuntamiento ejercerá sus competencias, asignadas por la Constitución, por la Ley de Capitalidad y por la Ley de Bases de Régimen Local", continuó Gallardón. Y del túnel de Aguirre, ni hablar. "El fallo del concurso de 2002 no lo incluyó porque consolidaría Prado-Recoletos como un eje de circulación entre municipios de fuera de Madrid".

Frente a las críticas de la Comunidad, que relacionan inexorablemente la reducción de carriles del Prado con el colapso de las calles aledañas al eje (especialmente de Alfonso XII), Gallardón tiró de su M-30, el transporte público y la peatonalización de Centro. El eje, cree, es la consecuencia lógica de todo ello. Este plan se aprobó en 2002 con el consenso de todos los grupos municipales. Ahora goza del apoyo del Gobierno de España y de las instituciones culturales. La única oposición viene de la Puerta del Sol. Pero Aguirre, a diferencia de las anteriores batallas que libró con Gallardón, está sola. Y él ya traslada esa presión a ella. "La Comunidad tiene una magnífica ocasión, con buena voluntad, cumpliendo los plazos y no aprovechándose de las ambigüedades del proceso, de desmentir al PSOE [que acusa a Aguirre de zancadillear al alcalde]".

El Gobierno regional, que se enteró ayer por la prensa de la decisión de Gallardón, dijo que estudiará lo de "trocear" el proyecto. Pero, a pesar de no tener competencias, insistió en los inconvenientes de movilidad que presenta el plan de Siza.

"¿Guerra? No. Sólo cumplimos el mandato de los ciudadanos y garantizamos las competencias del Ayuntamiento", dijo el alcalde. Tras la sangrienta derrota en el congreso en el que Aguirre se erigió en presidenta del PP de Madrid y súbitamente recuperado ya del episodio de su exclusión en las listas de Rajoy, Gallardón presentó ayer el tercer acto de la batalla.