Recuperar los votos inútiles

Lleva razón Gaspar Llamazares cuando expone como esencialmente injusto que partidos nacionalistas con apenas 300.000 votos obtengan seis diputados mientras que IU con 1.000.000 obtenga sólo dos. Esto no es sólo debido a la alinealidad de la ley D'Hont; es que al haber circunscripciones pequeñas con pocos diputados hay muchos votos, que llamaremos "restos", que no se utilizan en la generación de ningún diputado. De alguna manera esos votos tirados suponen una injusticia no sólo con los partidos que pierden esos votos, sino con los ciudadanos que sienten que su preferencia no ha sido tomada en c...

Lleva razón Gaspar Llamazares cuando expone como esencialmente injusto que partidos nacionalistas con apenas 300.000 votos obtengan seis diputados mientras que IU con 1.000.000 obtenga sólo dos. Esto no es sólo debido a la alinealidad de la ley D'Hont; es que al haber circunscripciones pequeñas con pocos diputados hay muchos votos, que llamaremos "restos", que no se utilizan en la generación de ningún diputado. De alguna manera esos votos tirados suponen una injusticia no sólo con los partidos que pierden esos votos, sino con los ciudadanos que sienten que su preferencia no ha sido tomada en cuenta. Para evitar este problema habría que modificar la ley electoral. Sustituir la ley D'Hont por una más proporcional supondría una mayor fidelidad de la representación a la voluntad popular, pero no resolvería el problema de los votos inútiles o restos, además de que, según los expertos, introduciría una mayor inestabilidad en los gobiernos.

Por ello propongo que se cree un conjunto de diputados de carácter estatal, no provincial (el número estaría por determinar), que se eligieran, proporcionalmente o no, a partir de la reunión de todos los restos de todas la provincias una vez proclamados sus respectivos diputados. De esa manera sentiríamos que votásemos al partido que votásemos sería un acto útil.