La Setmana del Llibre se estrena al lado de la catedral

Los distribuidores del sector, dispuestos a unificar el transporte

Sentado en una punta hasta parecer que caía sin aprovechar los colchones fucsia para acomodarse y con los ojos cerrados durante una primera respuesta infinita, el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol estrenaba ayer el espacio Sofà 806 de entrevistas a escritores, una de las novedades de la 26 Setmana del Llibre en Català inaugurada poco antes en su nueva ubicación, la plaza de la Catedral de Barcelona.

"No se pueden dar permisos para más allá de una convocatoria, pero no creemos que haya problemas para que la feria repita escenario el año próximo", adelantaba ayer Jordi Ma...

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Sentado en una punta hasta parecer que caía sin aprovechar los colchones fucsia para acomodarse y con los ojos cerrados durante una primera respuesta infinita, el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol estrenaba ayer el espacio Sofà 806 de entrevistas a escritores, una de las novedades de la 26 Setmana del Llibre en Català inaugurada poco antes en su nueva ubicación, la plaza de la Catedral de Barcelona.

"No se pueden dar permisos para más allá de una convocatoria, pero no creemos que haya problemas para que la feria repita escenario el año próximo", adelantaba ayer Jordi Martí, delegado de Cultura del Consistorio barcelonés. La nueva ubicación fue el leitmotiv -siempre elogiado- de los parlamentos de las autoridades, entre las que estaban el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, y el consejero de Cultura y Medios de Comunicación de la Generalitat, Joan Manuel Tresserras. Éste anunció que "pasado Sant Jordi arrancará el Plan de Fomento de la Lectura".

La sombra de la plaza de Cataluña, donde en los dos últimos años la feria logró duplicar el número de sus visitantes, se dejaba ayer sentir en el nuevo escenario, más tubular que la antigua ubicación (de 1.600 metros cuadrados, 400 menos que la de este año) y de "estética de supermercado soviético", como lo definió un editor. La fuerza de 80.000 libros de fondo en catalán que las novedades expulsan de las librerías sigue siendo el gran atractivo de un evento que finalizará el 9 de marzo.

Devoluciones del 35%

La presencia de tanto libro antiguo choca con la realidad cotidiana cuando, según los libreros, los títulos tardan en ser servidos y, cuando les llegan, lo hacen a cualquier hora interrumpiendo las ventas. "Un libro lo entregamos en 24 horas... siempre que el editor lo tenga y no esté en una de las cinco casuísticas (agotado, agotado pero en reimpresión...) que hemos contabilizado y por las cuales no podemos servirlo", defiende Miguel Gallardo, presidente del Gremio de Distribuidores de Publicaciones de Cataluña, que agrupa a 37 empresas.

En su afán de sentar a las tres patas del sector para conciliar con urgencia la situación, avanza: "Podemos estudiar que los distribuidores usáramos un solo transportista, llevándolo todo a un almacén y ajustándonos entonces a un reparto más personalizado". Y hasta tiene ya una propuesta: "La empresa podría ser Transloan Libros, que hoy ya debe llevar el 60% de los libros en Cataluña".

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Frente a las críticas de que el modelo de distribución en Cataluña está obsoleto (exceso de empresas, almacenes poco informatizados, etcétera), Gallardo contrapone: "El sector está mal no por las empresas, sino por los procesos: hay exceso de producción, el editor no da información rápida y coherente y hay librerías mal preparadas". La punta del iceberg sería la devolución, que Gallardo cifra entre el 35%. También lamenta que se pida la reducción de distribuidoras "cuando en España hay 3.000 editoriales, excesivo para lo que se lee", a la vez que califica de "incongruente" que se pida esa reducción "justo cuando de su antigua distribuidora Enlace el Grup 62 ha generado dos, especialmente Àgora para el catalán, cuyo modelo es más de lo que ya hay".

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