Análisis:A la parrilla

Los 'totalitos'

Felipe González les dice a los que acuden a sus mítines:

-Ustedes saben que a mí no me van a sacar en la tele; es decir, no voy a tener totales. Así que les ruego que ustedes sean mis totalitos.

Los totales son esas tomas en las que aparece un personaje diciendo su idea, o su ocurrencia. Son muy codiciados. Un total eleva la autoestima del que lo protagoniza, y aunque sea fugaz justifica un mitin.

Y como Felipe no tiene totales, porque no se presenta a nada y aquí sólo sale en la tele el que se presenta a algo y es líder o ha metido un gol, le pide a la gente que le oye qu...

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Felipe González les dice a los que acuden a sus mítines:

-Ustedes saben que a mí no me van a sacar en la tele; es decir, no voy a tener totales. Así que les ruego que ustedes sean mis totalitos.

Los totales son esas tomas en las que aparece un personaje diciendo su idea, o su ocurrencia. Son muy codiciados. Un total eleva la autoestima del que lo protagoniza, y aunque sea fugaz justifica un mitin.

Y como Felipe no tiene totales, porque no se presenta a nada y aquí sólo sale en la tele el que se presenta a algo y es líder o ha metido un gol, le pide a la gente que le oye que vaya por ahí haciéndose eco de lo que él dice.

Las campañas electorales se basan en la televisión; hoy lo veremos, lo vimos el jueves último. Un debate soso, entre un soso y un listo, de la variedad listillo, concitó cerca de cinco millones de espectadores. Ése sí que fue un total, del que Antena 3 saco un beneficio total.

Los mítines se hacen para la tele; hay un momento -pasó ayer en Sevilla, con Zapatero, pasó el sábado en Málaga, con Rajoy- en que el mitinero va de un lado a otro como un boxeador harto del mismo golpe, pero de pronto se le enciende una lucecita, levanta la voz, se crece, y lanza la consigna. El total; no el totalito de Felipe sino el total, el que va a llenar la pantalla por un segundo que, como en el verso de Kipling, puede elevarte al cielo o hundirte en la miseria.

Un total de Cañete le ha costado a éste más de un chachete y aquel totalazo de Pizarro no acabará por lo menos hasta esta noche, si es que Rajoy se saca la espina. La gente espera este debate como esperó aquella emisión de Con la muerte en los talones, de Hitchcock. Entonces se sabía el resultado de la película, pero la gente quería verla; ahora no se sabe el resultado, pero depende de la película que dan hoy.

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