ESTA SEMANA | ELECCIONES 2008 | Campaña electoral

Alcaldes

Un joven pero experimentado dirigente del PP se tomaba con resignación las primeras críticas que lanzó la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, nada más ser nombrada portavoz del Grupo Popular en el Parlamento. Arremetió abiertamente contra la labor que habían realizado con anterioridad sus compañeros en la Cámara y se comprometió a mejorar en un futuro.

De un plumazo, se cargaba el duro trabajo efectuado por los suyos sin importarle para nada dejarles en evidencia. Para entonces, algunos se esforzaban en justificar estas críticas exclamando: "Ya sabes, es alcaldesa".

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Un joven pero experimentado dirigente del PP se tomaba con resignación las primeras críticas que lanzó la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, nada más ser nombrada portavoz del Grupo Popular en el Parlamento. Arremetió abiertamente contra la labor que habían realizado con anterioridad sus compañeros en la Cámara y se comprometió a mejorar en un futuro.

De un plumazo, se cargaba el duro trabajo efectuado por los suyos sin importarle para nada dejarles en evidencia. Para entonces, algunos se esforzaban en justificar estas críticas exclamando: "Ya sabes, es alcaldesa".

De esta forma, daban a entender que tal condición marca carácter, forjando a unos políticos que, acostumbrados a mandar, tienden con suma facilidad a caminar por sí solos sin importarles siquiera entrar en colisión con su propio partido, si hiciera falta, con tal de mantener su protagonismo por encima de cualquier cosa.

Se trata de un fenómeno extendido a todas las fuerzas políticas que se pone de manifiesto con mayor nitidez ahora, en plena campaña electoral, precisamente en el momento en el que más se necesita su concurso.

En el caso de los populares, se ha llegado a criticar que hayan recurrido, precisamente, a los alcaldes para hacer sus listas. Sin embargo, sería un despilfarro no contar con el respaldo que tienen estos líderes en sus respectivos feudos, apoyo que siempre es poco para la gigantesca tarea que afronta Javier Arenas.

Aunque, claro está, hay alcaldes y alcaldes. Por ejemplo, en el Campo de Gibraltar han dejado en un discreto segundo plano al regidor de La Línea, el ex gilista Juan Carlos Juárez, enmarañado como está en feos asuntos urbanísticos y de todo tipo que se dilucidan ya en los tribunales. No hay que olvidar, tampoco, al polémico Juan Martín Serón, alcalde de Alhaurín El Grande, lastrado por otros pleitos, igualmente de feo cariz.

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Ante esta situación, mejor es poner tierra de por medio, por lo menos ahora que todo el foco mediático se centra en unos líderes que huyen de cualquier sombra de mácula.

Pero los hay, además, que se lo montan por su cuenta, con sus campañitas propias y todo, como puede ser el caso del alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. A pesar de ser el presidente provincial del PSOE, parece que no se siente tan concernido en este envite hasta el punto de reconocer que su papel es "meramente complementario". Incluso hay que estar agradecidos a su generosidad porque, de esta forma, deja el terreno libre al secretario provincial, José Antonio Viera, su principal rival interno en el partido. En fin, ya se sabe, alcaldes.

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