El candidato jornalero Gordillo
La crisis interna desatada en Izquierda Unida de Andalucía -en buena parte, eco de la federal: el sector mayoritario se opone a Gaspar Llamazares- ha desembocado en una pintoresca composición de las listas. Lo que empezó siendo sólo un órdago en el laberinto de negociaciones para hacerse con la mejor plaza electoral de IU (Sevilla), terminó por consumarse, y Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de la localidad sevillana de Marinaleda y líder del CUT (Colectivo de Unidad de los Trabajadores), es la cabecera de la capital andaluza. Ni los críticos (afines a Llamazares), ni los oficialistas (apo...
La crisis interna desatada en Izquierda Unida de Andalucía -en buena parte, eco de la federal: el sector mayoritario se opone a Gaspar Llamazares- ha desembocado en una pintoresca composición de las listas. Lo que empezó siendo sólo un órdago en el laberinto de negociaciones para hacerse con la mejor plaza electoral de IU (Sevilla), terminó por consumarse, y Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de la localidad sevillana de Marinaleda y líder del CUT (Colectivo de Unidad de los Trabajadores), es la cabecera de la capital andaluza. Ni los críticos (afines a Llamazares), ni los oficialistas (apoyados por el PCE) asumen la autoría de tal desenlace. Mientras, el candidato a la Junta, Diego Valderas, tiene todas las papeletas de quedarse fuera de la Cámara autonómica por tercera vez al no lograr escaño por su provincia, Huelva.
Sánchez Gordillo es conocido por liderar ocupaciones de fincas en la década de los ochenta y su estampa de bracero irredento. Se opuso a la reforma del Estatuto de Autonomía, en contra de la directriz de IU, coautora del texto; defiende la autodeterminación de Andalucía y ha respaldado a ANV y la antigua Batasuna. Aún no ha hecho un mitin urbano.