Reportaje:18ª jornada de Liga

Promesa inadaptada

Fernandes costó 18 millones y no se enteró del cese de Quique

Manuel Fernandes (Lisboa, 1986) ha sido un jugador tan inadaptado en el Valencia que, el día siguiente al despido del técnico, Quique Flores, preguntó que por qué les iba a entrenar ese señor desconocido: Óscar Fernández, el sustituto provisional del entrenador. Conmocionado el fútbol español por la destitución en la madrugada de Quique, Fernandes no se había enterado. Así ha sido desde que llegó en verano a Mestalla, procedente del Benfica, con aires de gran promesa del fútbol luso y por un precio (18 millones) de futbolista consagrado, que no lo es de ninguna manera.

Asiduo de discote...

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Manuel Fernandes (Lisboa, 1986) ha sido un jugador tan inadaptado en el Valencia que, el día siguiente al despido del técnico, Quique Flores, preguntó que por qué les iba a entrenar ese señor desconocido: Óscar Fernández, el sustituto provisional del entrenador. Conmocionado el fútbol español por la destitución en la madrugada de Quique, Fernandes no se había enterado. Así ha sido desde que llegó en verano a Mestalla, procedente del Benfica, con aires de gran promesa del fútbol luso y por un precio (18 millones) de futbolista consagrado, que no lo es de ninguna manera.

Asiduo de discotecas y de la vida nocturna, Fernandes no siempre cultiva la puntualidad. Llegó tarde a una de las primeras sesiones como entrenador del Valencia de Ronald Koeman, que lo excluyó de la siguiente convocatoria. El holandés ya lo tenía calado desde que coincidieron dos años antes en el Benfica. Tan escandaloso ha sido su comportamiento que su famoso agente, Jorge Mendes, envió a uno de sus hombres a Valencia para que tratara de ordenar las costumbres del díscolo representado. Sin éxito.

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Ahora que los clubes se aseguran de la buena conducta de los jugadores antes de ficharlos, al director deportivo del Valencia, Miguel Ángel Ruiz, se le pasaron por alto los hábitos extradeportivos de Fernandes, de 21 años. Tampoco su rendimiento en el campo es satisfactorio. Desaprovecha unas magníficas condiciones de mediocentro. Rápido, potente y habilidoso, no sabe, sin embargo, cuándo soltar la pelota de primeras. Tampoco se ofrece a sus compañeros como debería en su condición de centrocampista. No sabe jugar, a pesar de disponer de los principales recursos para el juego.

Compañero de juegos en las calles de Lisboa de Nani, el extremo del Manchester United, Fernandes se formó en la escuela del Benfica. Camacho lo hizo debutar en el primer equipo en la 2003-04 y causó una grata impresión como volante defensivo tras marcar en su segundo partido. Ganó la Superliga al curso siguiente con Trapattoni en el banquillo. Debutó en la Champions 2005-06 con un gol que eliminó al Villarreal y permitió al Benfica avanzar hasta caer ante el Barcelona. Internacional las categorías inferiores, su participación con la selección absoluta ha sido irrelevante. Levanta muchas dudas en Portugal, pero está bien considerado en Inglaterra, donde gustó en su paso por el Portsmouth y después el Everton, donde regresará como cedido. Al menos así lo afirmó ayer su agente.

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