Un indigente muere tras pernoctar en un cajero

La llamada de auxilio que el indigente M. S., de 52 años, hizo a unos empleados de limpieza no fue suficiente para evitar que falleciera en la plaza de la Encarnación de Sevilla en la mañana del 31 de diciembre. El indigente, una de las 300 personas sin hogar que Cáritas calcula que hay en la capital de Andalucía, llamó a los barrenderos desde el cajero automático del BBVA en el que había pasado la noche. M. S. les dijo que estaba sufriendo una intoxicación por exceso de alcohol y mencionó las palabras "coma etílico", informó un testigo a Europa Press.

Los operarios de Lipasam le ayudar...

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La llamada de auxilio que el indigente M. S., de 52 años, hizo a unos empleados de limpieza no fue suficiente para evitar que falleciera en la plaza de la Encarnación de Sevilla en la mañana del 31 de diciembre. El indigente, una de las 300 personas sin hogar que Cáritas calcula que hay en la capital de Andalucía, llamó a los barrenderos desde el cajero automático del BBVA en el que había pasado la noche. M. S. les dijo que estaba sufriendo una intoxicación por exceso de alcohol y mencionó las palabras "coma etílico", informó un testigo a Europa Press.

Los operarios de Lipasam le ayudaron a ponerse en pie y tras comprobar que mantenía la verticalidad sin ayuda, siguieron limpiando. Sin embargo, sobre las 8.45, el indigente, natural de Valladolid, fue hallado de nuevo tendido en el suelo. Unos viandantes avisaron al 061 y la ambulancia llegó a los pocos minutos. Sin embargo, los médicos hallaron a M. S. muerto "por causas no violentas".

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