La dificultad de viajar en tren

Una mujer en silla de ruedas reclama un servicio a Renfe

A los múltiples problemas a los que se enfrenta un minusválido cada día, María Jesús Outón, una gaditana de 36 años que vive en silla de ruedas desde hace 13, ha encontrado uno más que no esperaba. Reside en Paterna del Campo desde hace dos años y medio por cuestiones de trabajo, pero le gusta visitar su Cádiz natal siempre que puede. "Hasta hace unos meses iba a la Palma del Condado y cogía allí el tren. Podía hacerlo porque la estación contaba con una plataforma elevadora que me permitía acceder. En mi último viaje supe que la habían quitado". Desde entonces, siempre que quiere viajar por t...

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A los múltiples problemas a los que se enfrenta un minusválido cada día, María Jesús Outón, una gaditana de 36 años que vive en silla de ruedas desde hace 13, ha encontrado uno más que no esperaba. Reside en Paterna del Campo desde hace dos años y medio por cuestiones de trabajo, pero le gusta visitar su Cádiz natal siempre que puede. "Hasta hace unos meses iba a la Palma del Condado y cogía allí el tren. Podía hacerlo porque la estación contaba con una plataforma elevadora que me permitía acceder. En mi último viaje supe que la habían quitado". Desde entonces, siempre que quiere viajar por tren, María Jesús tiene que desplazarse a Sevilla, que sí cuenta con este servicio. Pero ello le supone coger un taxi, o lo que es lo mismo, un gasto de 120 euros extra entre la idea y la vuelta.

"En mi último viaje supe que habían quitado la plataforma elevadora"
Los viajes en taxi hasta Sevilla le suponen demasiado gasto

La mujer ha reclamado a Renfe y Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), pero sólo ha recibido una cordial disculpa por carta. La queja de María Jesús -que no es la única que en los últimos meses llega a los medios de comunicación- coincide con una remodelación de los servicios de atención a las personas minusválidas por parte de Renfe -responsable de los trenes- y de Adif -administrador de las estaciones- con el objeto de ampliar y mejorar las prestaciones. Pero en el caso de la gaditana, dicho cambio ha empeorado su situación, pues se ha eliminado el servicio que se prestaba en su estación más próxima: La Palma del Condado.

En julio, Renfe y Adif presentaron la guía de servicios ferroviarios para viajeros con discapacidad que explica el servicio especializado existente para garantizar su movilidad en algo más de 100 estaciones de toda España y 1.026 circulaciones diarias de trenes, aunque estas cifras quieren ampliarse. Por otro lado, en noviembre se creó la Dirección Ejecutiva de Desarrollo de la Accesibilidad para alcanzar la plena accesibilidad para personas con discapacidad en el transporte ferroviario

Tras analizar las necesidades y demandas de transporte y la oferta existente en el transporte ferroviario, Renfe y Adif acordaron contratar por concurso a la empresa Alentis -de la Fundación Once- para el servicio de ayuda al viajero y garantizar su atención desde la puerta de la estación de origen hasta la de destino, pasando por el acceso y acomodación a bordo de los trenes. "Se trata de un servicio que anteriormente se prestaba de forma voluntaria por trabajadores (vigilantes de seguridad, interventores o auxiliares) de Adif y Renfe en aquellas estaciones que no contaban con control de acceso, y no estaba regulado ni existía un teléfono de atención ni la seguridad de encontrar la atención especializada, que sí existirá a partir de ahora", precisan los dos organismos.

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A pesar de estas mejoras, en algunos casos, dichos avances han perjudicado a las mismas personas para los que estaban destinados, como es el caso de María Jesús. "En noviembre sacaron una actualización de la guía de servicios para viajeros minusválidos en la que aumentaron el número de estaciones donde prestan el servicio. Pero ya no se encontraba La Palma del Condado", apunta María Jesús. "No me han dado ninguna explicación de por qué han eliminado este servicio de la estación de La Palma del Condado". En el teléfono de atención a los discapacitados se explica que, si bien en la Palma del Condado había plataformas elevadoras, la estación no se encuentra adaptada para minusválidos, por lo que no se va a seguir prestando el servicio hasta que ésta sea remodelada.

"Antes no tenía ningún problema. Podía comprar los billetes y, con un poco de antelación, solicitaba el servicio elevador y era suficiente. Ahora hay que pedir el servicio de asistencia con 36 horas de antelación y tengo que ir a recoger los billetes un día antes del viaje, lo que me resta todavía más autonomía", protesta María Jesús. Renfe apunta que este mismo mes tiene pensado reducir este plazo a 24 horas y a ocho en el primer trimestre de 2008. Y desde este mes, los viajeros con discapacidad que quieran viajar desde las estaciones de Madrid-Atocha, Ciudad Real, Puertollano, Toledo, Córdoba y Sevilla no necesitarán solicitar el servicio con antelación. Les bastará con presentarse en la estación 30 minutos antes de la salida de su tren.

Esto último podría beneficiar a María Jesús, aunque a ella no le consta que ya exista. Pero, en todo caso, no sería suficiente. Los viajes en taxi hasta Sevilla le suponen un gasto que su economía no puede soportar. Por eso, mientras sigue luchando por recuperar el servicio de accesibilidad en La Palma, se ha visto obligada a reducir radicalmente sus viajes a Cádiz.

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