Estrellas del rock de pega

Ya no hay nada que no se pueda hacer con el mando de una videoconsola. Se juega a golf, se esquía o incluso se puede saltar a la fama como estrella del rock. Dos títulos se están repartiendo el pastel de las ventas de videojuegos de cara a las navidades en Estados Unidos. Rock band y Guitar hero 3 convierten a sus usuarios en miembros de una banda musical.

El éxito de estos juegos no es una buena noticia para los profesores de música. Los usuarios no aprenden solfeo ni acordes de guitarra. Simplemente pulsan unos botones para que la consola reproduzca una nota. Y así van l...

Ya no hay nada que no se pueda hacer con el mando de una videoconsola. Se juega a golf, se esquía o incluso se puede saltar a la fama como estrella del rock. Dos títulos se están repartiendo el pastel de las ventas de videojuegos de cara a las navidades en Estados Unidos. Rock band y Guitar hero 3 convierten a sus usuarios en miembros de una banda musical.

El éxito de estos juegos no es una buena noticia para los profesores de música. Los usuarios no aprenden solfeo ni acordes de guitarra. Simplemente pulsan unos botones para que la consola reproduzca una nota. Y así van liberando la música ya contenida en el juego. Sólo hay que tener una buena coordinación: mirar la pantalla del televisor, pulsar las teclas del mando y tener la pose de Keith Richards o de The Edge.

Rock band -propiedad de MTV- se puso a la venta el 20 de noviembre, en versiones para las consolas Xbox 360 y Play Station 3, y no llegará a Europa hasta principios de 2008. Pueden jugar hasta cuatro usuarios, formando una banda de rock al uso: un guitarrista, un bajo, un percusionista y un cantante. Entre el repertorio al alcance de la banda se encuentran 45 canciones de los Rolling Stones, Bon Jovi o The Police, por ejemplo.

El que ya es un éxito confirmado de ventas es Guitar hero 3, en versiones para Xbox 360, Play Station 2, Play Station 3 y Wii. Vendió 115 millones de dólares (78,5 millones de euros) en su primera semana de vida en EE UU, a finales de octubre. Este juego incluye también canciones de grupos del estilo de los Stones o Aerosmith, y un mando inalámbrico que imita a una guitarra. El secreto: seguir las notas con los botones de este singular joystick para hacerse un hueco en la industria musical, hasta llenar estadios de fútbol en cada concierto.

Sus creadores niegan que se trate de un juego donde sólo se mimetiza, sin aprender música. "En principio piensas que es algo automático", según decía recientemente su diseñador, Alan Flores, a la revista Wired. "Son sólo cinco botones para tocar todas las notas, de acuerdo. Pero una vez te metes en el juego se convierte en algo muy complicado. Se necesita coordinación".