Reportaje:Quinta jornada de la Liga de Campeones

De Mayo del 68 a rey Midas

El presidente del Lyon logra 170 millones en traspasos en seis años

A Jean Tigana le han alcanzado sus 57 años para ser cartero, empleado de una fábrica de espaguetis, mito del fútbol francés, escudero de Platini y primer responsable de la riqueza del Olympique de Lyon. Ese último apunte biográfico da forma a una contradicción: significó su ruina e impulsó la conversión del club francés en uno de los que más dinero han ganado vendiendo jugadores en el siglo XXI.

Tigana era el entrenador del Fulham, un equipo pobre de títulos y rico de fondos, en 2001. Dio una orden que debía cambiar el futuro del club: fichar a Steve Marlet, delantero del Lyon. Costó 20...

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A Jean Tigana le han alcanzado sus 57 años para ser cartero, empleado de una fábrica de espaguetis, mito del fútbol francés, escudero de Platini y primer responsable de la riqueza del Olympique de Lyon. Ese último apunte biográfico da forma a una contradicción: significó su ruina e impulsó la conversión del club francés en uno de los que más dinero han ganado vendiendo jugadores en el siglo XXI.

Tigana era el entrenador del Fulham, un equipo pobre de títulos y rico de fondos, en 2001. Dio una orden que debía cambiar el futuro del club: fichar a Steve Marlet, delantero del Lyon. Costó 20 millones de euros y marcó 11 goles en 54 partidos. Aquello dejó a Tigana en el paro y supuso el descubrimiento de Jean-Michel Aulas, presidente del Lyon, que ha recaudado más de 170 millones en traspasos en los seis años transcurridos desde entonces.

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Aulas es un negociador implacable. Un tipo duro. Algo así como el hombre que nunca quiso ser. Hijo de una pareja "de izquierdas", marcado por un padre periodista y poeta en su tiempo libre, el joven Aulas fue delegado estudiantil en mayo del 68 y recuerda haberse "bebido" las palabras de Daniel Cohn-Bendit, uno de los líderes del movimiento. Luego, Aulas se convirtió en empresario de éxito, compañero del polémico Bernard Tapie, patrocinador de Carl Lewis y Alain Prost y presidente del Lyon. Fue en 1987. El equipo penaba en Segunda. Hoy lleva seis Ligas seguidas, se codea con los mejores en la Champions y permite al antiguo revolucionario negociar en el yate más grande del mundo.

Ocurrió en el verano de 2005. El episodio firmó con letras de oro la leyenda de Aulas como el negociador más duro del fútbol europeo. Roman Abramovich, el multimillonario ruso presidente del Chelsea, quería fichar a Essien a toda costa. Sí o sí. Su homólogo francés lo declaró intransferible. Rechazó una tras otra sus mareantes ofertas. Y sólo cuando se fueron juntos a pescar -sol, vino y las playas de Saint Tropez como fondo del barco de recreo-, cedió. Transigir, en este caso, fue vencer. Essien se marchó al Chelsea por 38 millones de euros.

Las ventas del Lyon, que marcha el tercero en el Grupo E y necesita ganar para seguir en la Champions, siempre se han movido al ritmo de las negativas de su presidente. El Madrid quería a Diarra. "Imposible", contestaba Aulas. Y acababa vendiendo por 28 millones de euros. El Barcelona reclamaba a Abidal. "Es fundamental para nosotros", decía Aulas. Y acababa aceptando 15,8 millones. El Chelsea tentaba a Malouda. "Insustituible", cerraba Aulas. Y acababa cediendo por 21 millones. Así hasta amasar más de 170 millones en seis años.

Quien quiera fichar a Benzema, duda para el partido de hoy y autor de 11 goles en 15 partidos de Liga, ya sabe el camino. Aulas empezó a andarlo en 2001. Tigana quería a Marlet. Y él empezó a buscar un banco seguro.

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