Reportaje:

260 millones por daños morales

Los Saboya reclaman a la República italiana una indemnización por su exilio

Víctor Manuel de Saboya y Manuel Filiberto de Saboya, hijo y nieto del último rey de Italia, han dado un nuevo paso en su búsqueda de la impopularidad absoluta. Los dos personajes reclaman a la República italiana una indemnización de 260 millones de euros por los "daños morales" sufridos durante su exilio, concluido en 2002.

Y piden, además, que les sean devueltas las joyas y las residencias de la antigua monarquía, incluyendo el palacio del Quirinal, actual sede de la Presidencia de la República, y el palacio Margarita, actual sede de la Embajada de Estados Unidos en Roma.

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Víctor Manuel de Saboya y Manuel Filiberto de Saboya, hijo y nieto del último rey de Italia, han dado un nuevo paso en su búsqueda de la impopularidad absoluta. Los dos personajes reclaman a la República italiana una indemnización de 260 millones de euros por los "daños morales" sufridos durante su exilio, concluido en 2002.

Y piden, además, que les sean devueltas las joyas y las residencias de la antigua monarquía, incluyendo el palacio del Quirinal, actual sede de la Presidencia de la República, y el palacio Margarita, actual sede de la Embajada de Estados Unidos en Roma.

El Gobierno de Romano Prodi ya ha dado su respuesta: no sólo no piensa pagar un céntimo, sino que presentará una querella por daños al país y a sus ciudadanos contra los dos Saboya, de 70 años el padre y de 35 el hijo, ambos sin ocupación determinada. El Gobierno recuerda, como ejemplo, que Víctor Manuel III, abuelo de Víctor Manuel, suscribió en 1938 las leyes mussolinianas contra los judíos y patrocinó el envío de decenas de miles de italianos a los campos de exterminio. Víctor Manuel de Saboya comentó en 1997 que las leyes raciales "no fueron tan terribles".

Sólo los abogados de Víctor Manuel otorgan un mínimo de credibilidad a la gigantesca demanda de indemnizaciones. El resto del mundo, incluyendo sus hermanas, sus primos y los pequeños grupos monárquicos que aún sobreviven, considera que los dos Saboya cometen su enésimo disparate. Víctor Manuel fue privado de los derechos dinásticos por su padre, Humberto II. En general se considera que el aspirante legítimo a la inexistente corona es Amadeo de Saboya, a quien Víctor Manuel, en un arrebato etílico, agredió a puñetazos durante la boda de Felipe de Borbón con Letizia Ortiz. "La petición de mi primo resulta inadmisible", comentó ayer Amadeo.

Víctor Manuel de Saboya ha sido procesado varias veces, por tráfico de armas, por corrupción y proxenetismo y por homicidio. Los dos primeros asuntos fueron archivados. En el tercero, Víctor Manuel, acusado de disparar contra un joven en una disputa entre dos yates, fue absuelto por un tribunal de París. Mientras se investigaba su relación con una red de prostitución, en 2006, la policía grabó una conversación en la que se refería al juicio en París por el presunto homicidio que cometió en 1978: "Les engañé. Fue excepcional: 20 testimonios y tantos personajes importantes, pero estaba seguro de ganar. Disparé un tiro así y otro hacia abajo, pero el tiro fue en otra dirección y le pegó en la pierna, pasando a través de la carlinga". El joven murió.

No se sabe de qué vive Víctor Manuel de Saboya. Dice que si la República le indemniza, depositará el dinero en una fundación caritativa que dirige.

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