Reconvertidos
Reconforta comprobar cómo ahora los más exceptivos en torno a un sistema de transporte modero como es la alta velocidad ferroviaria se convierten en sus acérrimos defensores. Así ocurre con los integrantes de la derecha andaluza que piensan situar este asunto en una de sus principales bazas electorales. Prometen la llegada del AVE a todas las capitales convencidos así de la bonanza y avance que supone este medio de locomoción. Es decir, han pasado de llamarle "rapidillo", término con el que pretendían ridiculizarlo antes de la puesta en marcha de la línea Sevilla-Madrid, a prometerlo solemneme...
Reconforta comprobar cómo ahora los más exceptivos en torno a un sistema de transporte modero como es la alta velocidad ferroviaria se convierten en sus acérrimos defensores. Así ocurre con los integrantes de la derecha andaluza que piensan situar este asunto en una de sus principales bazas electorales. Prometen la llegada del AVE a todas las capitales convencidos así de la bonanza y avance que supone este medio de locomoción. Es decir, han pasado de llamarle "rapidillo", término con el que pretendían ridiculizarlo antes de la puesta en marcha de la línea Sevilla-Madrid, a prometerlo solemnemente en cada rincón de nuestra comunidad a pesar de que dicho compromiso ya está asumido, y en distintas fases de realización, por parte de los actuales gobernantes.
Así que mientras unos lanzan promesas, esta semana asistiremos a un hito más que viene a dar cuenta de que, en relación con este tema, ya no sólo bastan las palabras sino los hechos. Se pondrán a la venta, a partir de este lunes, los billetes para el nuevo servicio de AVE Madrid-Málaga cuya inauguración se mantiene para el próximo día 23 de diciembre, a pesar de que la ex ministra Celia Villalobos lo ponga en duda tras las dificultades surgidas en uno de los túneles del Valle de Abdalajís. Comete un error táctico si centra todas sus críticas en este último aspecto, aunque puede que sea lo único que tenga a mano en relación con un proyecto que ni siquiera se puede apuntar como impulsora del mismo. Basta con recurrir a las hemerotecas, para recordar que fue, precisamente, Magdalena Álvarez la principal promotora junto con varias empresas constructoras, entidades financieras como Unicaja y el resto de la sociedad malagueña.
También hay otros reconvertidos lejos de aquí, como ocurre con los socialistas catalanes que parecen lamentarse ahora de la decisión adoptada en su día por Maragall a favor de los Juegos Olímpicos del 92 despreciando, a cambio, la llegada de AVE que sí fue realidad en Andalucía. ¡Con el provecho que le han sacado a la celebración de dicha cita deportiva! Está claro que no les parece suficiente, de ahí que acaricien el sueño de arrebatarle al PSOE andaluz la preciada cartera de Fomento del futuro gobierno de Zapatero. Tal vez así se entienda mejor tanto ataque desmesurado a la ministra malagueña.