Reportaje:

Deja a brown para pilotar coches

La nueva vida de un lord y político a tiempo parcial

Londres

Millonario por su trabajo, político a tiempo parcial, generoso siempre en los momentos clave y reconvertido al automovilismo a la nada temprana edad de 43 años, hace de eso menos de un lustro, lord (Paul) Drayson, propietario entre otros coches de un Aston Martin DBRS9 de seis litros, ha decidido renunciar a su efímera carrera política por las carreras que de verdad le ponen: las de coches. El hasta ahora secretario de Estado responsable de las compras de armamento del Ejército británico, ha renunciado a su cargo para aprovechar lo que en su carta de dimisión define como "una op...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Londres

Millonario por su trabajo, político a tiempo parcial, generoso siempre en los momentos clave y reconvertido al automovilismo a la nada temprana edad de 43 años, hace de eso menos de un lustro, lord (Paul) Drayson, propietario entre otros coches de un Aston Martin DBRS9 de seis litros, ha decidido renunciar a su efímera carrera política por las carreras que de verdad le ponen: las de coches. El hasta ahora secretario de Estado responsable de las compras de armamento del Ejército británico, ha renunciado a su cargo para aprovechar lo que en su carta de dimisión define como "una oportunidad que sólo se presenta una vez en la vida": competir el año que viene en las series American Le Mans, en EE UU. Si tiene éxito allí, podría más adelante correr: las famosas 24 Horas de Le Mans.

La vida de Paul Drayson es de lo más colorista. Admirador de Margaret Thatcher en sus años mozos, se le atribuye una fortuna de 110 millones de euros que acumuló al comercializar una inyección revolucionaria sin aguja. En 2001 ganó un concurso multimillonario para suministrar millones de sus agujas para las campañas gubernamentales de vacunación infantil. Luego se supo que, coincidiendo con el concurso público, hizo una donación de 66.000 euros al Partido Laborista, aunque una posterior investigación le declaró limpio de polvo y paja.

Se volvió a citar con el filo de la navaja en 2004, cuando donó 660.000 euros a los laboristas y a las pocas semanas Tony Blair le otorgó el título de lord. En 2005, Blair le dio paso a un cargo a tiempo parcial en el Gobierno y tan sólo tres meses antes de dimitir como primer ministro le nombró secretario de Estado. Un cargo en el que ha estado siete meses. Ha dejado a Gordon Brown. A la vejez, carreras.

Archivado En