Cartas al director

El Museo de Ciencias

Formo parte de esa generación de zoólogos que aprendieron a amar a los animales frente a las vitrinas del Museo Nacional de Ciencias Naturales, poco tiempo antes de que la naturaleza se asomara a la pantalla de la televisión. Desde entonces, he vuelto a aquel lugar mágico de mi infancia, con el propósito de investigar en colecciones y archivos. Hace unas semanas la polémica saltó por el lamentable almacenamiento de parte de los fondos. El pasado 23 de octubre se clausuraron en el Museo de Historia Natural de París las jornadas anuales de la Sociedad Francesa de Sistemática. Jacques Cuisin, con...

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Formo parte de esa generación de zoólogos que aprendieron a amar a los animales frente a las vitrinas del Museo Nacional de Ciencias Naturales, poco tiempo antes de que la naturaleza se asomara a la pantalla de la televisión. Desde entonces, he vuelto a aquel lugar mágico de mi infancia, con el propósito de investigar en colecciones y archivos. Hace unas semanas la polémica saltó por el lamentable almacenamiento de parte de los fondos. El pasado 23 de octubre se clausuraron en el Museo de Historia Natural de París las jornadas anuales de la Sociedad Francesa de Sistemática. Jacques Cuisin, conservador de aves y mamíferos de dicho museo, cerró su intervención con la fotografía de unos de búhos reales naturalizados por José María Benedito. La delicadeza de la composición y la maestría en el tratamiento de las pieles fueron razones suficientes para que Cuisin calificara al conjunto de obra de arte. Los dioramas creados a principios del siglo pasado en el Museo de Madrid por los hermanos Luis y José María Benedito figuran entre las más bellas composiciones del género. El 99% de esos fondos permanece invisible, como venía ocurriendo con las colecciones del siglo XIX del Prado. ¿Para cuándo las del Museo Nacional de Ciencias Naturales "oculto".

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