Reportaje:

De uniforme 30 años después

Xosé Fortes, expulsado del Ejército en 1976, asciende a general para un filme

"Cuando José Luis Cuerda me pidió que hiciera de general franquista en su película, pensé: pero si los únicos generales que existen en el cine son Peter O'Toole en La noche de los generales y Vitorio de Sica en El general de la Rovere". Quien se explica es Xosé Fortes Bouzán (Pontevedra, 1934), militar retirado, conocido, sobre todo, por ser fundador de la Unión Militar Democrática en 1974 y expulsado del Ejército mediante consejo de guerra dos años después. Pese a su modestia, Fortes Bouzán se decidió finalmente a interpretar a un general franquista en la última obra del cineast...

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"Cuando José Luis Cuerda me pidió que hiciera de general franquista en su película, pensé: pero si los únicos generales que existen en el cine son Peter O'Toole en La noche de los generales y Vitorio de Sica en El general de la Rovere". Quien se explica es Xosé Fortes Bouzán (Pontevedra, 1934), militar retirado, conocido, sobre todo, por ser fundador de la Unión Militar Democrática en 1974 y expulsado del Ejército mediante consejo de guerra dos años después. Pese a su modestia, Fortes Bouzán se decidió finalmente a interpretar a un general franquista en la última obra del cineasta José Luis Cuerda, Los girasoles ciegos.

"Cuerda me pidió que hiciera el papel de general para su nueva película" Fortes fundó la UMD, lo que le valió un año de prisión y Consejo de guerra

"En principio, Cuerda le envío una copia del guión del filme a mi hija [la novelista Susana Fortes] para que lo revisase", relata. Y continúa, divertido: "Pero como ni Cuerda ni el coautor del guión, Rafael Azcona, hicieron la mili, me pidieron que cuidase los aspectos militares de la historia". El capitán Fortes -este era su grado en 1976- procedió a la corrección del texto. "Entonces el director me ofreció el papel de general en la película; tardé una semana en decidirme, pero como era un papel pequeño y él no quería a un actor, acepté". Las dos escenas en las que interviene Xosé Fortes se rodaron a comienzos de esta semana en el antiguo cuartel de Alcalá de Henares, en Madrid.

Treinta y un años después de vestir, por última vez, el uniforme del Ejército franquista, Fortes Bouzán aparece como general, "con fajín y perfectamente bordado", en un consejo de guerra recién acabada la contienda de 1936. "Se trata de una secuencia larga", asegura, "donde mis frases se reducen a expulsar al reo". La irrupción del personaje, en un principio destinada a los créditos iniciales de la película, pasó a ocupar el comienzo de la misma: "Es la llegada del general, en coche, la formación de la guardia y la revista; se tardó en rodarla, porque es una escena que requiere muchos planos y contraplanos". Esta tarde finaliza el rodaje, no sólo de las escenas en las que participa Xosé Fortes, sino de Los girasoles ciegos al completo: "Las primeras escenas del filme son las últimas rodadas y esta noche celebramos la fiesta de fin del rodaje". "El cine es una mentira", ironiza.

Aunque se reivindica mayormente como espectador, Fortes Bouzán, sin embargo, no se estrena delante de las cámaras. En 1991 colaboró en la serie documental de 13 capítulos Viaxeiros da luz, que recorría la geografía gallega. "El cine resulta cansado, aún me sorprende la dureza del medio", confiesa. Y ríe: "Es toda una experiencia, pero soy joven y estoy en plena edad de aprender".

La peripecia militar de Fortes no concluyó, en realidad, con su expulsión del Ejército en 1976, después de un año de prisión y un consejo de guerra. La ley de amnistía del Gobierno Suárez sólo favoreció a civiles y los nueve integrantes de la Unión Militar Democrática continuaron fuera de la institución que habían intentado democratizar desde la clandestinidad. Las fuerzas armadas no los readmitieron hasta 1986, el mismo año en que España ingresaba en la Unión Europea. Fortes ascendió a coronel. "La Ley de la Memoria Histórica menciona la UMD en el preámbulo y, por supuesto, a nadie le disgusta un homenaje. Pero no nos organizamos para que nos agradecieran nada y no hay nada que agradecernos; lo hicimos porque, en aquella época, o te ponías enfrente o te ahogabas", señala.

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Rodaje de Los girasoles ciegos.G. LEJARCEGUI

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