Un programa que programa

Siegfried Borho, presidente de Construcciones Hispano Germanas (CHG) -un grupo empresarial cuyos campos de negocio se extienden por parcelas tan variadas y variopintas como coches de alquiler, asesoría fiscal, hoteles, diseño y construcción de campos de golf o distribución de agua potable-, tiene 63 años y, aunque de nacionalidad alemana, lleva en España desde principios de los noventa -"por aquellas fechas, mis socios de entonces y yo buscábamos un lugar, en la costa mediterránea española, en el que los alemanes pudieran venir a pasar sus vacaciones. Denia (Alicante) nos encantó. No había edi...

Siegfried Borho, presidente de Construcciones Hispano Germanas (CHG) -un grupo empresarial cuyos campos de negocio se extienden por parcelas tan variadas y variopintas como coches de alquiler, asesoría fiscal, hoteles, diseño y construcción de campos de golf o distribución de agua potable-, tiene 63 años y, aunque de nacionalidad alemana, lleva en España desde principios de los noventa -"por aquellas fechas, mis socios de entonces y yo buscábamos un lugar, en la costa mediterránea española, en el que los alemanes pudieran venir a pasar sus vacaciones. Denia (Alicante) nos encantó. No había edificios altos y sí vida durante todo el año, con tiendas y servicios que no cerraban cuando se iban los turistas"-.

"No queremos hacer programas. Nuestra idea es formar ingenieros que sepan utilizar nuestras herramientas"

"En cinco o seis años es probable que los teléfonos móviles tengan la misma potencia que los ordenadores"

Era el año 1971 y Siegfried, junto con dos aparejadores, fundó CHG. Con los años, la compañía fue expandiéndose al mismo ritmo que los compradores de las viviendas que construían demandaban servicios -"a mediados de los años noventa nos dimos cuenta de que necesitábamos una herramienta que informatizara e integrara a todas nuestras empresas". Con esta idea, CHG contactó con la Universidad Politécnica de Valencia. Allí el equipo del profesor Óscar Pastor trabajaba en el desarrollo de un sistema que debía asumir todo el trabajo de los programadores.

Financiación e ideas

Los investigadores necesitaban financiación y la empresa ideas, así que llegaron a un acuerdo interesante para ambas partes -"firmamos un contrato y la universidad comenzó a desarrollar un proyecto que, hasta ese momento, tan sólo eran planos y borradores"-.

A medida que la investigación avanzaba, el personal dedicado al desarrollo del producto también aumentaba -"de tres profesores pasaron a 12 y, en 1999, optamos por sacar el grupo de la universidad y crear Care Technologies"-.

La empresa estableció sus oficinas en Denia -"para 2002 ya teníamos producto, aunque decidimos esperar antes de ponerlo en el mercado"-. Los planes iniciales eran los de conseguir una herramienta informática que sirviera a las necesidades de CHG... y ése fue el primer fin que se le dio -"antes de sacarlo a la venta, hicimos aplicaciones para nosotros... Si funcionaba, ya habría tiempo de buscar compradores"-. Y funcionó... Después de ocho años de trabajo e investigación -"y medio millón de horas de ingeniería"-.

El resultado es un proceso en el cual el cliente describe al informático sus necesidades y éste las introduce en el programa en lenguaje UML -"a partir de ahí, el programa transforma esas instrucciones en software, ahorrando al informático tener que convertir el modelo en lenguaje Java, Visual Basic..."-. Parece comprobado que la técnica empleada supone un evidente ahorro de dinero y horas de trabajo -"en toda programación existen las fases de análisis, diseño e implementación. Nuestro programa realiza la segunda y la tercera, con lo que conseguimos ahorrar entre el 60% y 70% de tiempo de producción"-.

Después de ser probado, el producto resultante ha sido patentado en Estados Unidos y Care Technologies ha abierto delegaciones en San Francisco y Múnich -"queremos entrar en los mercados de Silicon Valley y Alemania, o sea, los dos principales de Estados Unidos y de la Unión Europea"-. De momento, entre la lista de clientes se pueden leer nombres como los de la sociedad de seguros Alliance; Deutsche Post, el servicio de correos alemán; Bundesbank, Audi... -"actualmente tenemos 90 clientes y 120 proyectos en los más variados campos"-.

Objetivos comerciales

En cuanto a objetivos comerciales, en Care tienen claro que sus clientes-tipo tienen que ser las grandes compañías, los grandes bancos... -"queremos trabajar con empresas que tengan su propio departamento informático. No queremos hacer programas. Nuestra idea es formar ingenieros que sepan utilizar nuestras herramientas"-. Cuando la firma en cuestión dispone de técnicos que dominan el programa, Care les alquila el uso de sus equipos de programación.

Siegfried Borho y José Miguel Barberá, product manager de Care Technologies e ingeniero informático que acompaña la conversación, son emprendedores..., esto es, un arriesgado mestizaje de hombres de negocios y soñadores -"a la vuelta de cinco años o seis es probable que los teléfonos móviles tengan la misma potencia que los ordenadores. Encontrar aplicaciones que puedan trabajar en ese campo es nuestra meta y ya estamos investigando en esa dirección"-.