Análisis:A LA PARRILLA

Récord

Tengo una pregunta para usted (TVE-1) mostró el martes sus posibilidades de convertirse en fórmula encasillada. Cien ciudadanos frente a tres políticos, Llamazares, Duran i Lleida y Carod Rovira, con 35 minutos por barba. El resto, publicidad, entreacto. El tiempo, implacable corsé, marcó agenda y estilo: 60 preguntas en dos horas. Dos minutos por pregunta y respuesta: un promedio telegráfico. Ni siquiera Lorenzo Milá se permitió presentar a los políticos: se da por hecho que la audiencia sabe de qué va cada cual. Y, claro, todos los tópicos afloraron en las preguntas. Aún mejor, las re...

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Tengo una pregunta para usted (TVE-1) mostró el martes sus posibilidades de convertirse en fórmula encasillada. Cien ciudadanos frente a tres políticos, Llamazares, Duran i Lleida y Carod Rovira, con 35 minutos por barba. El resto, publicidad, entreacto. El tiempo, implacable corsé, marcó agenda y estilo: 60 preguntas en dos horas. Dos minutos por pregunta y respuesta: un promedio telegráfico. Ni siquiera Lorenzo Milá se permitió presentar a los políticos: se da por hecho que la audiencia sabe de qué va cada cual. Y, claro, todos los tópicos afloraron en las preguntas. Aún mejor, las respuestas confirmaron el estereotipo. La televisión no perdona: cada uno queda como lo que es.

Llamazares salió serio, bajito, solemne -"Una democracia debe hacer honor a sus abuelos", dijo sobre la Memoria Histórica- y reformista; los políticos han de estar bien pagados "para que todos puedan hacer política". El corsé / tiempo apretaba, pero se explicó. 20 preguntas. El público parecía en trance. Y salió Duran i Lleida, con gafas rosadas a juego con la corbata y un savoir faire que le hizo bajar de la plataforma del invitado. "No necesito ir en contra de nadie ni hacerme el simpático". Estuvo cómodo en las 17 preguntas y confirmó lo sabido, que es un catalán "civilizado". Carod fue el único que sonrió y disfrutó hablando de futuribles como la independencia de Cataluña y desmintiendo que se llamara Pérez: "No tengo nada contra los Pérez", aclaró. Estimulado por dos interlocutores de Valladolid no defraudó: "España ha fracasado en reconocer la pluralidad (...) si no cabemos (los catalanes) optamos por otra cosa". 23 preguntas: misión cumplida. Y a otra cosa, mariposa.

A los hermanos Milá les gusta llevar gente corriente a la televisión. Excelente. Lorenzo consiguió que 60 personas preguntaran: un récord probablemente. ¿Sólo vale la estadística? ¿Basta la cantidad? Los preguntadores no parecían cómodos, ¿eran robots? ¿Cómo se les eligió a ellos y sus preguntas? Un poco de transparencia sobre el guión hubiera humanizado la sesión. El despliegue.

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