La movida, a punto de arruinar un récord de García Juanes

El pasado miércoles el aventurero lucense, Jesús García Juanes inició en Sarria (Lugo) una nueva peripecia: el cuadriatlón San Froilán-2007.

Se trataba de recorrer 1.000 kilómetros en menos de 96 horas. Lo consiguió, aunque su peor enemigo lo encontró en un botellón cuando afrontaba la última parte de su nueva gesta, en la muralla de Lugo. Atrás quedaron cerca de 500 kilómetros en bicicleta, más de 100 remando en kayak, 300 en monopatín y 119 corriendo a pie por el adarve de la muralla romana de Lugo.

En el tramo de bicicleta pinchó en dos ocasiones; la niebla y la noche fueron u...

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El pasado miércoles el aventurero lucense, Jesús García Juanes inició en Sarria (Lugo) una nueva peripecia: el cuadriatlón San Froilán-2007.

Se trataba de recorrer 1.000 kilómetros en menos de 96 horas. Lo consiguió, aunque su peor enemigo lo encontró en un botellón cuando afrontaba la última parte de su nueva gesta, en la muralla de Lugo. Atrás quedaron cerca de 500 kilómetros en bicicleta, más de 100 remando en kayak, 300 en monopatín y 119 corriendo a pie por el adarve de la muralla romana de Lugo.

En el tramo de bicicleta pinchó en dos ocasiones; la niebla y la noche fueron un problema importante a la hora de remar en aguas del río Miño. Pero lo peor llegó en la madrugada del domingo cuando el adarve de la muralla era un hervidero de juventud que se divertía con la moda de hoy: el botellón.

Cuando Juanes pasaba por debajo del botellón "volaban botellas y vasos", lo que llevó a este cunicultor de Castroverde a refugiarse en su furgoneta. "Tuve que esperar un par de horas. No me importó porque iba bien de tiempo". "Cuando regresé", continuó, "lo peor ya había pasado, con lo que no tuve ningún problema para concluir con algo más de mil kilómetros antes del mediodía de ayer domingo".

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