El 'homicida del metro': "Quiero pedir perdón y que le vaya bien a Miriam"

La fiscal retira la petición de cárcel y solicita que Ramos sea internado 15 años en un psiquiátrico

"Estoy arrepentido. Quiero pedir perdón y que le vaya lo mejor posible a Miriam". Esas tres frases fueron las únicas que pronunció Jorge Ramos Vázquez, el supuesto homicida del metro, de 26 años, justo antes de que el juicio quedara ayer visto para sentencia. Ha sido la única vez que el acusado hablaba en público. Lo hizo con voz queda y se le oyó mal por culpa de la megafonía de la sala. Era el punto final a una vista oral que se ha prolongado durante tres días y que comenzó con su negativa a declarar.

Instantes después de pronunciar esa frase, Ramos salió de la sala escoltado p...

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"Estoy arrepentido. Quiero pedir perdón y que le vaya lo mejor posible a Miriam". Esas tres frases fueron las únicas que pronunció Jorge Ramos Vázquez, el supuesto homicida del metro, de 26 años, justo antes de que el juicio quedara ayer visto para sentencia. Ha sido la única vez que el acusado hablaba en público. Lo hizo con voz queda y se le oyó mal por culpa de la megafonía de la sala. Era el punto final a una vista oral que se ha prolongado durante tres días y que comenzó con su negativa a declarar.

Instantes después de pronunciar esa frase, Ramos salió de la sala escoltado por dos policías que le esposaron. Visiblemente más delgado que cuando se produjo el ataque a Miriam, iba vestido con un polo blanco y pantalones beis. Al abandonar la zona del juicio se fundió en un abrazo con su madre y su hermano, que se echó a llorar.

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Su víctima, Miriam Alonso Corraliza, no quiso entrar en la sala. Estuvo fuera ante el anuncio de que Ramos iba a hacer uso de su derecho de hablar antes de que concluyera el juicio. A la salida de la Audiencia Provincial, Miriam fue tajante: "Mi perdón no lo va a tener nunca por muchas veces que me lo pida". "El juicio me ha resultado muy duro porque he tenido que recordar todo y porque he escuchado a muchos testigos. El peor momento ha sido cuando el abogado de la defensa [de Jorge Ramos] ha pedido que sólo quede internado en un centro psiquiátrico tres años", concluyó la joven, que perdió la pierna izquierda tras ser empujada al metro, supuestamente por el acusado, en la estación de metro de Carabanchel el 4 de octubre de 2005.

La última sesión del juicio estuvo dedicada a los peritos y forenses que han atendido a Jorge Ramos. Todos coincidieron en que el acusado sufre esquizofrenia de tipo paranoide, lo que le impedía ser dueño de sus actos. "Se creía que era el hijo de Dios. Pensaba que, si cometía un delito, Dios le perdonaría y con él a la humanidad. Por eso hay una tendencia a hacer daño a los demás. Ese delirio le impedía saber lo que estaba haciendo", concluyó la psicóloga Concepción de la Peña. Los problemas mentales comenzaron, según los especialistas, hacia los 20 años, cuando hizo un viaje de estudios a París, según Manuel García Arnal, forense del juzgado número 22 que instruyó el caso. Entonces cursaba segundo de Medicina.

El médico forense José Antonio García Andrade, contratado por la acusación particular, adelantó hasta los 17 años el comienzo de los trastornos mentales. "Es posible que Jorge no hubiera llegado a tener esa terrible conducta si hubiera mantenido una medicación adecuada", concluyó Andrade.

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La fiscal del caso retiró su petición de pena de cárcel. Consideró que cumple el caso de eximente completa por anomalía psíquica, por lo que es inimputable. Por ello, solicitó el internamiento en un centro psiquiátrico durante 15 años. La abogada de la acusación particular, Olga López, elevó la petición hasta los 20 años y solicitó una indemnización para Miriam de 860.000 euros. El abogado defensor, Fermín López Ruiz, lo rebajó a tres años y nueve meses al entender que fue autor de un homicidio en grado de tentativa con la atenuante de confesión voluntaria.

Miriam Alonso atiende a la prensa durante el primer día del juicio contra su supuesto agresor.CLAUDIO ÁLVAREZ

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