Reportaje:VUELTA 2007

Menchov: "He sido el más regular, sin ningún bajón"

El ruso, ganador de la Vuelta por segunda vez, sigue considerando el Tour, donde no ha brillado, el primer objetivo

Probablemente, Denis Menchov, campeón de la Vuelta a España, ha vivido su primer examen sin nervios, sin sentirse observado, requerido por lo que podía ser y no era, por lo que estaba obligado a ganar y no ganaba. "¿Es su momento más importante?", le preguntaron a Menchov, y el ruso dudó, balbuceó: "Esto,... no sé qué decir,... Bueno, si, es la victoria más importante... Sí, creo que es el mejor momento de mi carrera". Todo un campeón discreto, poco hablador, "muy tímido, que sólo se acerca a las personas más cercanas", según le ha definido Pedro Horrillo, quien también aseguró que era más un ...

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Probablemente, Denis Menchov, campeón de la Vuelta a España, ha vivido su primer examen sin nervios, sin sentirse observado, requerido por lo que podía ser y no era, por lo que estaba obligado a ganar y no ganaba. "¿Es su momento más importante?", le preguntaron a Menchov, y el ruso dudó, balbuceó: "Esto,... no sé qué decir,... Bueno, si, es la victoria más importante... Sí, creo que es el mejor momento de mi carrera". Todo un campeón discreto, poco hablador, "muy tímido, que sólo se acerca a las personas más cercanas", según le ha definido Pedro Horrillo, quien también aseguró que era más un corredor navarro que ruso.

En cierto modo ha corrido como Indurain, ganando lo que tenía que ganar: una etapa en Cerler y la Vuelta, probablemente, en la contrarreloj de Zaragoza. Una etapa que tardará mucho en repetirse, según afirmó ayer el director general de la Vuelta, Victor Cordero. Aquella etapa no sólo eligió el ganador, sino que hundió la competencia hasta el final de la carrera.

"Cuando más fuerte me he encontrado ha sido en la contrarreloj y en las dos etapas pirenaicas"
"En el Tour lo pasamos muy mal, pero en dos semanas, sólo pensaba en ganar la Vuelta"

Desde entonces, los más optimistas del ciclismo español sólo confiaban en el típico día malo de Menchov. "No he tenido ningún día malo", reconoce el ruso, que considera que su carrera ha sido "muy regular y sin ningún bajón. Cuando más fuerte me he encontrado ha sido en la contrarreloj y en las dos etapas pirenaicas".

Desde que Echávarri, entonces jefe del Banesto, se lo trajo a España en 2000, tras pagar medio millón de pesetas al CSKA de Moscú, estaba convencido de que fichaba a un más que probable hombre Tour. Sabido es que Echavarri escudriña el mercado en busca de ciclistas con ese perfil. Menchov lo reunía, tras haber probado desde la infancia deportes de resistencia como la natación y el esquí de fondo, junto al fútbol. Este chicarrón de Orel, una ciudad agrícola de Rusia, parecía destinado a la mayor empresa del ciclismo. Consiguió el Tour del Porvenir en 2001 y ser el mejor joven del Tour en 2003. El proyecto resistía, pero Echavarri se quedó sin su pupilo que, a golpe del talonario, se fue al Rabobank.

Pero el Tour se le resiste. O bien por falta de prestaciones o bien, como este año, por el caso Rasmussen, que le dejó muy tocado. Mientras tanto, ganó la Vuelta a España 2005, por el positivo de Heras, que le había birlado la carrera, junto al Liberty de Manolo Saiz, en La Colladiella. De todo dice haber aprendido este ruso residente en Mutilva, cerca de Pamplona. "Este año pasamos días malísimos en el Tour con lo de Rasmussen, pero en dos semanas mi mente estaba recuperada y pensando sólo en ganar la Vuelta". Es creíble. Menchov transmite un poder de abstracción muy fuerte y la Vuelta se ha convertido en el mejor bálsamo contra el Tour, que sigue siendo su primer objetivo. "Aún no hemos hecho el calendario de prioridades y preparación, pero claro, el Tour es el primer objetivo porque es el primero que me llega en el calendario. Pero la Vuelta es una carrera muy importante también para mí". Menchov en estado puro, calculador, sencillo, parco y laborioso, con esa felicidad contenida que reserva para los más íntimos.

Su familia y el equipo son los destinatarios de su éxito tras su primera victoria en una gran Vuelta por etapas que consigue en la línea de meta. Nada de referencias al pasado o anécdotas. Menchov reconoce que "en cuanto me vi sin opciones en el Tour cambié el chip y me dediqué a ayudar a un compañero mejor clasificado y a pensar en la Vuelta a España".

La decisión fue acertada para quien considera que ganó la carrera española porque ha sido "el más regular en la carrera y el más fuerte en los Pirineos". Ambas cuestiones le permitieron resistir las embestidas de Carlos Sastre y el ataque final de un Samuel Sánchez que parecía imparable. El problema es que Sánchez fue de menos a más y Sastre cree que le faltó dureza al recorrido para hacer valer sus condiciones. Menchov no se queja de nada. Hizo su carrera y la llevó sin mácula hasta el final.

Ya tiene su segundo jersey oro, este último sin necesidad de tener que esperar a decisiones administrativas. "El anterior lo tengo enmarcado y colgado en la pared. Éste lo pondré al lado", afirmó, tras reconocer que se trataba de un triunfo diferente y que ahora corresponde saborear.

El ex esquiador, ex futbolista y ex nadador, el ciclista ruso que se trajo Echavarri del mundo aficionado y se quedó sin él cuando empezaba a deslumbrar, correrá el Mundial de ruta en Stuttgart el domingo. "No correré la contrarreloj. A ver si puedo aprovechar", dijo sin comprometerse, fiel a su estilo.

Denis Menchov, en el podio, tras ganar su segunda Vuelta a España.GORKA LEJARCEGUI

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