Reportaje:

Cuatro columnas para dos vidas truncadas

Reabre el aparcamiento de la T-4 que se derrumbó por el coche bomba de ETA en diciembre con el recuerdo de los dos ecuatorianos que fallecieron en el atentado

Cuatro columnas truncadas rememoran a Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio: dos en cada una de las dos plazas de aparcamiento en las que, el pasado 30 de diciembre, fallecieron los dos ecuatorianos a consecuencia de la explosión de una furgoneta cargada de explosivos por parte de la banda terrorista ETA

La ministra de fomento, Magdalena Álvarez, inauguró ayer la reapertura del módulo D del aparcamiento de Barajas. Tres meses de desescombro y seis de reconstrucción han sido necesarios para que los primeros coches puedan volver a asomarse por las barreras del módulo. Las plazas de...

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Cuatro columnas truncadas rememoran a Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio: dos en cada una de las dos plazas de aparcamiento en las que, el pasado 30 de diciembre, fallecieron los dos ecuatorianos a consecuencia de la explosión de una furgoneta cargada de explosivos por parte de la banda terrorista ETA

La ministra de fomento, Magdalena Álvarez, inauguró ayer la reapertura del módulo D del aparcamiento de Barajas. Tres meses de desescombro y seis de reconstrucción han sido necesarios para que los primeros coches puedan volver a asomarse por las barreras del módulo. Las plazas de aparcamiento 403 y 614, en las que el techo se derrumbó sobre las dos víctimas mortales de ETA, fueron parada obligatoria para la comitiva de inauguración. Álvarez recordó a las víctimas de la barbarie terrorista, cuyos nombres se recuerdan en unas placas. "Hoy, con la infraestructura completamente reestablecida y con los presuntos terroristas en la cárcel, estamos frente a un ejemplo palpable de los resortes que tiene nuestra sociedad y de su gran capacidad para regenerarse y recuperarse de los actos terroristas", aseguró la ministra.

La reconstrucción, que ha costado 30 millones de euros, ha durado seis meses

El módulo D de la Terminal 4 no empezó a acoger coches hasta bien entrada la mañana. Por la tarde, el único módulo con bajo nivel de ocupación era el D. Los demás, rondaban el rojo y el amarillo.

Beatriz, de 25 años, trabaja en la taquilla más cercana a los ascensores que conducen al módulo D. "En comparación con el resto del parking, todavía son muy pocos los que van al módulo que acaba de abrirse. Parece que la gente está asustada. No se atreven a entrar", comenta. Asegura que cree que será así los primeros días, pero que espera que con el final de vacaciones y el paso del tiempo la situación se normalice, ya que hay mucha circulación de viajeros en el aeropuerto estos días.

Eulalia, de 42 años, acudió ayer a recoger a su hermana a la T-4. Aparcó en el módulo B. "Tal vez hubiera encontrado plaza más fácilmente en el que acaban de abrir, pero, no sé por qué, he preferido buscar un poco más, me parecía mejor". Otros usuarios de la T-4, que viajan con frecuencia por negocios, recibieron con alegría la reapertura. Juan Carlos sacaba ayer las maletas del coche para llevarlas a Bilbao. "He venido directamente aquí a aparcar porque sabía que estaría vacío. Parece que la gente no quiere venir todavía a esta zona". Para Luis Ángel, que aparcó su Fiat ayer por la tarde cerca de la plaza 403, "lo primero es demostrar normalidad, no entiendo por qué la gente tiene miedo de aparcar aquí, todo está bien y limpio".

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La inversión en la obra ha sido de 30 millones de euros que, según la ministra de Fomento, ha cubierto el seguro suscrito en febrero. Hasta 2.000 automóviles pueden albergarse en la zona reconstruida, que alcanza los 50.000 metros cuadrados.

Columna truncada en la plaza 403 del módulo D de la Terminal 4 que recuerda al ecuatoriano Carlos Alonso Palate.CLAUDIO ÁLVAREZ

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