Un hombre es hallado en Pozuelo con tres cuchillos clavados

Daniel M. L., de 33 años y vecino de Pozuelo de Alarcón, no logró llegar ayer a su domicilio. Los servicios de emergencia le encontraron caído al lado de unos arbustos a la altura del número 8 de la avenida de Europa, en las inmediaciones de la iglesia de Santa María de Cana, con dos cuchillos clavados en el abdomen y otro en el tórax. Sus heridas eran leves. En sus primeras declaraciones, el herido aseguró a la policía que dos encapuchados le habían atacado. Sin embargo, los agentes barajan otras posibilidades, como que el hombre se autolesionara, debido a que su edad mental es la de un niño ...

Daniel M. L., de 33 años y vecino de Pozuelo de Alarcón, no logró llegar ayer a su domicilio. Los servicios de emergencia le encontraron caído al lado de unos arbustos a la altura del número 8 de la avenida de Europa, en las inmediaciones de la iglesia de Santa María de Cana, con dos cuchillos clavados en el abdomen y otro en el tórax. Sus heridas eran leves. En sus primeras declaraciones, el herido aseguró a la policía que dos encapuchados le habían atacado. Sin embargo, los agentes barajan otras posibilidades, como que el hombre se autolesionara, debido a que su edad mental es la de un niño y en su declaración detectaron incoherencias. Ésta es una de las hipótesis que más fuerza cobraba a última hora de la tarde de ayer.

Los servicios de emergencia encontraron al herido tirado al lado de unos matorrales con los cuchillos todavía clavados. Dos eran de acero, con el mango negro y de una longitud de 7,30 centímetros, según informan fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los sanitarios le estabilizaron y le vendaron las heridas sin tocar los cuchillos. En estos casos las armas pueden estar taponando vasos importantes o afectando a órganos vitales y su extracción conllevaría un agravamiento de las lesiones, según fuentes de Emergencias 112.

Así le trasladaron al hospital Puerta de Hierro, donde ayer continuaba ingresado en observación. En un principio se habló de un pronóstico muy grave, debido a la aparatosidad de las heridas. Sin embargo, en poco tiempo se constató que eran superficiales y que su vida no corría peligro. Tampoco fue necesario someterle a una operación. Un portavoz del hospital informa de que se espera que mañana le den el alta.