Reportaje:Fútbol | Arranca la Liga de Campeones: Real Madrid-Werder Bremen y Barça-Lyon

Un león amargado

El Olympique, rival del Barça, busca superar la fuga de sus figuras tras seis Ligas consecutivas

Seis Ligas consecutivas no compran el cariño de un país. El Olympique de Lyon, rival el miércoles del Barça en la Champions (Canal+, 20:45), celebró prácticamente en el anonimato su sexto campeonato seguido la pasada temporada. "Un drama", que dijeron en el club. "La verdadera preocupación", piensa Grégory Coupet, portero del equipo y de la selección francesa, "es que en Francia no tenemos el respeto que se nos debe. Todo el mundo sueña con una misma cosa: con que nos rompamos la boca. Es duro vivir eso. Hay momentos en los que da pena constatar que el Olympique no tiene el respeto de ...

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Seis Ligas consecutivas no compran el cariño de un país. El Olympique de Lyon, rival el miércoles del Barça en la Champions (Canal+, 20:45), celebró prácticamente en el anonimato su sexto campeonato seguido la pasada temporada. "Un drama", que dijeron en el club. "La verdadera preocupación", piensa Grégory Coupet, portero del equipo y de la selección francesa, "es que en Francia no tenemos el respeto que se nos debe. Todo el mundo sueña con una misma cosa: con que nos rompamos la boca. Es duro vivir eso. Hay momentos en los que da pena constatar que el Olympique no tiene el respeto de la Liga ni de la gente del fútbol francés".

Coupet no es un cualquiera. El meta es en el Lyon lo que Fabien Barthez era en la selección francesa: un personaje único con voz de mando en el vestuario. Coupet, por ejemplo, posa para L'Equipe Magazine delante del cartel de su restaurante, que le muestra vestido de boxeador, los puños en alto, amenazante - "Prepárense a comer bien", reza el anuncio. El meta, sin embargo, está lesionado. También Fred, la gran estrella del equipo, y Cris, uno de los centrales titulares. La columna vertebral del Lyon, como le gusta decir al portero, está en la enfermería. Y, entre medias, la competición: el Olympique, que ayer goleó al Metz (1-5) sobrevive a la amenaza de una crisis sostenido por Juninho y Benzema, pichichi con ocho tantos.

"Todo el mundo sueña con la misma cosa: con que nos partamos la boca", dice el portero
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El problema del Lyon, en realidad, es que es un equipo exitoso. Que lleve dos derrotas en siete partidos de Liga -frente a las cinco de toda la campaña pasada- se mide como un fracaso. Las oficinas del club huelen a habitación cerrada. A Wiltord, un clásico del equipo, se le despidió entre acusaciones de falta de profesionalidad y de apego excesivo a las diversiones nocturnas. A Abidal, fichado por el Barça, se le escuchó decir que Jean-Michel Aulas, el presidente, es "un provocador". Y a su marcha, que abrió el camino de la de Tiago -Juventus- y Malouda -Chelsea-, el club sólo repuso dos nombres con lustre: Keita, un jugador que es un cohete, y el italiano Grosso.

"La presión que hay detrás de este equipo", explicó ayer Aulas al calor de la victoria, "es inmensa. Hemos entrado en una dinámica positiva. Ahora vamos a poder reencontrar la confianza y trabajar con serenidad".

Aulas sabe mucho de crisis. Es un personaje polémico. Sus declaraciones son rotundas. Sus promesas, no tanto. "Comprometo mi honor a que Gerard Houllier seguirá con nosotros la temporada que viene", dijo en marzo para calmar una polémica que amenazaba la estabilidad del equipo. Hoy Alain Perrin dirige al Lyon. Houllier es director técnico de la Federación francesa. Y el Olympique busca calma para recuperar el paso.

Benzema celebra uno de sus tres tantos ante el Metz.EFE

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