Reportaje:

Simplemente, Gordon

El primer ministro británico se define como un antihéroe en su propaganda electoral

Gordon Brown parece haber seguido sólo a medias el consejo que hace unos meses le dio Frank Luntz, un estadounidense experto en mercadotecnia política: "Sé tú mismo, dile a la gente que eres aburrido pero trabajador". El eslogan que ha dado a la agencia Saatchi & Saatchi el contrato para llevar la próxima campaña del Partido Laborista parece basarse en esa premisa, pero le acaba dando la vuelta.

Not flash, just Gordon, dice el lema, un juego de palabras que viene a decir que Brown es un hombre corriente pero real, no como Flash Gordon, el héroe del cómic de los años treinta que v...

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Gordon Brown parece haber seguido sólo a medias el consejo que hace unos meses le dio Frank Luntz, un estadounidense experto en mercadotecnia política: "Sé tú mismo, dile a la gente que eres aburrido pero trabajador". El eslogan que ha dado a la agencia Saatchi & Saatchi el contrato para llevar la próxima campaña del Partido Laborista parece basarse en esa premisa, pero le acaba dando la vuelta.

La agencia que ha lanzado el lema "Not flash, just Gordon" trabajó para Thatcher
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Not flash, just Gordon, dice el lema, un juego de palabras que viene a decir que Brown es un hombre corriente pero real, no como Flash Gordon, el héroe del cómic de los años treinta que viajaba al espacio para evitar la destrucción de la tierra. Gordon tiene los pies en el suelo, es aburrido, pero nadie le puede negar que, como muchos británicos, sabe reírse de sí mismo.

El lema ha causado un inmediato furor en el Reino Unido no sólo por su sencillez e impacto, sino por venir de donde viene: de la agencia publicitaria que ayudó a Margaret Thatcher a llegar al poder en 1979 y que colaboró de manera decisiva a evitar en 1992 una victoria laborista que parecía cantada con Neil Kinnock de líder y aspirante a primer ministro.

La victoria de Thatcher en el año 1979 parecía segura tras los desastres económicos y el llamado "invierno del descontento" que vivió el país bajo el liderazgo del laborista James Callaghan, pero los hermanos Charles y Maurice Saatchi dieron el golpe final con el lema Labour isn't working, que por medio de una sola frase venía a decir que los laboristas ni funcionaban ni trabajaban.

Pero la Saatchi que llevará la próxima campaña laborista es muy diferente de la que defendía los intereses conservadores. Los hermanos Saatchi abandonaron en 1994 la compañía que ellos mismos habían fundado y crearon M&C Saatchi, que en las elecciones de 1997 intentó sin éxito presentar a Tony Blair como un demonio. Maurice Saatchi se convirtió en vicepresidente del Partido Conservador en 2003, pero no logró catapultar al gris candidato tory de la época, Michael Howard.

En un gesto que busca ganar votos entre los votantes más conservadores, Gordon Brown recibió en su residencia de Downing Street a Margaret Thatcher precisamente el mismo día en que los laboristas otorgaron su campaña a Saatchi & Saatchi. Brown había elogiado días atrás a la Dama de Hierro e incluso se había comparado a ella al decir que ambos eran políticos "con convicciones".

No era la primera vez que la Thatcher volvía a Downing Street: también Tony Blair la invitó a tomar el té cuando llegó al poder en 1997 y estuvo, además, en una cena de gala ofrecida por el primer ministro a la reina Isabel II con motivo del 50º de su llegada al trono.

El eslogan electoral en el que se apoya el nuevo líder de los laboristas británicos, Gordon Brown.

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