Reportaje:

La venganza de Stepney

El ex ingeniero de Ferrari que filtró el 'dossier' a McLaren lo hizo tras sentirse ninguneado

A Nigel Stepney parece animarle el rencor como motor de su vida profesional. O así se desprende al menos de su actuación en el caso ya denominado Stepneygate. El ex ingeniero de Ferrari habría filtrado el dossier de información confidencial sobre detalles técnicos de los bólidos de il cavallino rampante a Mike Coughlan, jefe de diseño de McLaren Mercedes -el Consejo Mundial estudia mañana el caso en París-, como venganza por no sentirse promocionado en la empresa después de su dedicación, sobre todo desde la retirada del Michael Schumacher, siete veces campeón mundial de f...

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A Nigel Stepney parece animarle el rencor como motor de su vida profesional. O así se desprende al menos de su actuación en el caso ya denominado Stepneygate. El ex ingeniero de Ferrari habría filtrado el dossier de información confidencial sobre detalles técnicos de los bólidos de il cavallino rampante a Mike Coughlan, jefe de diseño de McLaren Mercedes -el Consejo Mundial estudia mañana el caso en París-, como venganza por no sentirse promocionado en la empresa después de su dedicación, sobre todo desde la retirada del Michael Schumacher, siete veces campeón mundial de fórmula 1.

Cuando colgó el mono, el piloto alemán no se fue solo de la escudería italiana. Ross Brawn, su ingeniero de confianza, decidió tomarse un año sabático. Stepney, que coincidió con ambos en Benetton y se fue también con ellos a Ferrari, interpretó que su momento había llegado. Pero Jean Todt, el director deportivo, se inclinó por Luca Baldisseri y el pasado 23 de febrero Stepney fue nombrado nuevo jefe de desarrollo de Ferrari, un cargo tan pomposo como engañoso: su presencia en las carreras ya no era imprescindible.

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A día de hoy, las investigaciones que se han llevado a cabo acerca del caso de espionaje apuntan a que el dossier con la información sobre Ferrari estaba en manos de Coughlan desde marzo pasado, poco después de que Stepney asumiera su nueva función dentro del equipo de Maranello. Sin embargo, el ingeniero no se detuvo allí. Durante los entrenamientos del Gran Premio de Mónaco, el 27 de mayo, la policía científica encontró unos extraños polvos blancos en el interior de los depósitos de combustible de los F2007 de Kimi Raikkonen y Felipe Massa. Apenas un mes más tarde, Ferrari denunció a Stepney por sabotaje y, con argumentos legales suficientes, le despidió.

Hasta entonces, este ingeniero británico, de 48 años, realizaba las funciones de coordinador del equipo y una de sus principales tareas era la de estudiar y armonizar los repostajes de los pilotos durante las carreras. Stepney es un especialista en esta materia porque la ha vivido en primera persona. Que se lo pregunten a Schumacher, que le atropelló al salir de su primer repostaje durante el Gran Premio de España de 2000 y le produjo una luxación de tobillo. El suplente de Stepney acusó la presión, o el miedo, porque la segunda entrada en talleres de Schumi se alargó más de 12 segundos.

Tanto sabe de estas coreografías que una comitiva del Great Ormond Street Hospital de Londres, uno de los principales hospitales infantiles de la capital británica, se desplazó en 2005 hasta Maranello para que Stepney y su equipo les asesoraran con el fin de mejorar el trámite de trasladar a los pacientes recién operados. "Lo que más me sorprendió", aseguraba Stepney a este diario cuando aún vestía con el uniforme de Ferrari, "fue que en el proceso de traslado no quedaba clara la figura dominante, la persona que llevaba la batuta". Los médicos adaptaron las técnicas de análisis y los consejos de optimización del proceso que les dio Stepney. Un estudio posterior desveló que, tras incorporar el protocolo heredado de la fórmula 1, la media de errores técnicos durante el traslado de los pacientes se redujo en un 42%.

A pesar de que la figura de este ingeniero británico se ha empañado públicamente en los últimos meses, su actuación en el circo ya había sido cuestionada con anterioridad. Stepney fue mecánico de la escudería Benetton durante los últimos años de la década de los 80 y los primeros de la de los 90. Sin embargo, un suceso sin aclarar -desapareció una caja en la que había un dinero que debía ser empleado para y durante los viajes- llevó a Joan Villadelprat, entonces jefe de operaciones del equipo, a despedirle. Antes de irse, Stepney había entablado amistad con otro de los mecánicos de Benetton, Coughlan, con quien ya había coincidido en una empresa del diseñador de coches de carreras John Barnard.

Ahora vuelven a tener algo en común. Ferrari y McLaren, las empresas para las que trabajaban, les han despedido.

Nigel Stepney, durante una carrera en 2006.GETTY IMAGES

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