Análisis:A LA PARRILLA

Fórmulas ganadoras

Fórmula 1, ayer, desde Monza (Tele 5 y TV-3). El gran premio venía fuerte. Los McLaren ocupaban los dos primeros puestos en la salida. Por detrás, los dos Ferrari. En Italia. Esa Italia que acaba de perder a Pavarotti, gran ferrarista. No hubo alusión a la muerte del tenor durante la transmisión, pero por la megafonía del circuito sí se escuchó alguna aria interpretada por él. Decididamente, Ferrari no pasa por buenos momentos. Fue una carrera de las que crean afición. Alonso se impuso con la autoridad del campeón y mantuvo a raya a Hamilton, que pasó en segundo lugar bajo la bandera a cuadros...

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Fórmula 1, ayer, desde Monza (Tele 5 y TV-3). El gran premio venía fuerte. Los McLaren ocupaban los dos primeros puestos en la salida. Por detrás, los dos Ferrari. En Italia. Esa Italia que acaba de perder a Pavarotti, gran ferrarista. No hubo alusión a la muerte del tenor durante la transmisión, pero por la megafonía del circuito sí se escuchó alguna aria interpretada por él. Decididamente, Ferrari no pasa por buenos momentos. Fue una carrera de las que crean afición. Alonso se impuso con la autoridad del campeón y mantuvo a raya a Hamilton, que pasó en segundo lugar bajo la bandera a cuadros, sin dejar de ofrecer un espléndido recital de conducción. Pero todo esto lo podrán leer, con mayor detalle, en la sección de deportes. Aquí nos interrogamos sobre los misterios del directo. El momento álgido se produjo hacia el final, cuando Hamilton adelantó a Raikkonen, que en esos momentos iba por detrás de Alonso. Pues bien, no lo vimos en directo. ¿Era el realizador de la RAI un tifoso que se negó a recoger la derrota o estaba pensando en la novia? Misterio. Las cámaras recogían el paseo triunfal del asturiano mientras, por detrás, hervía la batalla. En la repetición pudo apreciarse el coraje de Hamilton colándose de forma inverosímil ante el finlandés a la entrada de la chicane. Espectacular. Pero verlo en la repetición te deja un poco la cara de tonto, amén de alguna sospecha razonable sobre las preferencias del realizador o, cuanto menos, sobre una ceguera transitoria sólo explicable por la vía del psicoanálisis.

En otro orden de cosas, los nuevos capítulos de Los Simpson (Antena 3) llegan con energías renovadas. El sábado, Burt daba vida a un hilarante Mozart a mitad de camino entre Amadeus y Shin Chan, mientras Lisa interpretaba la parte de Salieri haciéndole la vida imposible. Gran trabajo de guión, una habilidad endemoniada para introducir referencias adultas de sano descreimiento cultural sin olvidar al target principal de la serie, el público infantil. Aunque, bien pensado, un buen producto es, casi siempre, apto para todos los públicos.

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