Doce islamistas inician una huelga de hambre en varias cárceles

Tres de ellos se enfrentan a miles de años de prisión por el 11-M

Un total de 12 islamistas, al menos de momento, decidieron ayer iniciar una huelga de hambre para llamar la atención y reivindicar su inocencia. Tres de ellos, Youssef Belhadj, Hassan el Haski y Otman el Gnaoui, fueron juzgados como autores intelectuales o por cooperación necesaria en los atentados del 11-M y se enfrentan a peticiones de cárcel de casi 39.000 años, aunque en caso de ser condenados cumplirán un máximo de 40.

Los nueve restantes son islamistas detenidos en varias operaciones antiterroristas dirigidas por el juez Baltasar Garzón, como la Nova, en la que un ...

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Un total de 12 islamistas, al menos de momento, decidieron ayer iniciar una huelga de hambre para llamar la atención y reivindicar su inocencia. Tres de ellos, Youssef Belhadj, Hassan el Haski y Otman el Gnaoui, fueron juzgados como autores intelectuales o por cooperación necesaria en los atentados del 11-M y se enfrentan a peticiones de cárcel de casi 39.000 años, aunque en caso de ser condenados cumplirán un máximo de 40.

Los nueve restantes son islamistas detenidos en varias operaciones antiterroristas dirigidas por el juez Baltasar Garzón, como la Nova, en la que un comando de yihadistas pretendía volar la Audiencia Nacional con un camión con 500 kilos de explosivos, o la Tigris, que desarticuló una célula vinculada a Ansar al Islam en España y que tenía como finalidad brindar financiación y apoyo logístico a la red islamista de reclutamiento de muyahidin para la realización de atentados suicidas en Irak.

Entre los que se han puesto en huelga de hambre se encuentra también Abdelkrim Bensmail, que en la actualidad se encuentra preso por su presunta implicación en la operación Nova, pero que fue detenido en 1997 por su pertenencia al Grupo Islámico Armado (GIA). En aquella ocasión formaba comando con Allekema Lamari, uno de los presuntos autores materiales de los atentados contra los trenes de cercanías de Madrid el 11 de marzo de 2004 y que posteriormente se suicidó con otros seis yihadistas en un piso de la calle Carmen Martín Gaite, de Leganés, al ser descubiertos por la policía.

Los datos de que se dispone permiten aventurar que la iniciativa partió de la prisión de Alicante, donde se encuentran la mayoría de los huelguistas. En el centro de cumplimiento de Alicante se encuentran Mohamed Amin y Djilali Mazari, implicados en la Nova y Saffet Karakoc y Noureddine Serroukh, acusados de financiación del terrorismo yihadista. En Alicante II están Abdelkrim Bensmail y Ahmed Chebli, por la Nova, Hassan Mourdoude, por financiación y Hassan el Haski y Otman el Gnaoui, por el 11-M.

Sin embargo, la medida fue adoptada también por Youssef Belhadj, uno de los presuntos ideólogos del 11-M, que supuestamente responde al alias de Abu Dujanah al Afgani, portavoz de Al Qaeda en Europa y la persona en cuyo nombre se reivindicaron los atentados de Madrid. Se encuentra encarcelado preventivamente en la prisión de Topas (Salamanca).

Por último, también se encuentran en huelga de hambre dos islamistas recluidos en el centro de Picassent (Valencia). Se trata de Reduane el Ouarma, arrestado en la Operación Tigris y Souhil Kaouka, uno de los cinco condenados por pertenecer al denominado comando Dixan, y cuya detención en Cataluña en enero de 2003 utilizó el entonces presidente José María Aznar para justificar su apoyo a la guerra de Irak. La medida adoptada por los islamistas se ha interpretado como un intento de llamar la atención, puesto que varios de ellos, juzgados por su presunta participación en los atentados del 11-M, se enfrentan a peticiones de penas de miles de años de cárcel, aunque en la práctica nunca cumplirán más de 40 años en prisión.

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Las deliberaciones por la sentencia han concluido en lo fundamental y el tribunal no ha excarcelado a ninguno de los 19 principales acusados que aún permanecen en prisión preventiva. Ello quiere decir que todos ellos serán condenados a penas superiores a los siete años de prisión. Ese hecho anticipa su futuro en prisión por lo que varias fuentes jurídicas interpretan que los reclusos tratan de llamar la atención y presionar a los jueces antes de que se haga pública la sentencia.

Para Hassan El Haski y Youssef Belhadj, dos de los considerados ideólogos del 11-M el fiscal solicitó penas que suman 38.952 años. El Haski, supuesto jefe del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), tiene posibilidades de ser absuelto de los atentados aunque siempre sería condenado por pertenencia a banda terrorista yihadista en grado de dirigente, es decir, 14 años de prisión. Peor lo tiene Youssef Belhadj, contra el que las pruebas existentes son más abundantes.

Sin embargo, al que en la última fase del juicio se le complicaron extraordinariamente las cosas es Otman el Gnaoui. Inicialmente el fiscal le pedía 24 años de cárcel por pertenecer al grupo terrorista, suministro de explosivos y falsificación de documentos, pero tras su testimonio y el de otros implicados pasó a pedirle 38.962 años, al creer que fue autor por cooperación necesaria de los atentados. La huelga es su último recurso.

El pretendido vínculo

Abdelkrim Bensmail fue uno de los instrumentos utilizados por los teóricos de la conspiración para tratar de vincular a ETA con el 11-M, ya que en un registro de su celda se encontró un papel en el que figuraba la dirección de Henri Parot, Unai, jefe del comando itinerante de ETA que se encontraba en aquellas fechas preso en Córdoba. El hecho de que Parot tenga ascendencia argelina alimentó la posibilidad del vínculo.

Sin embargo, Parot negó en el juicio cualquier relación o contacto con Bensmail o cualquier otro yihadista. El islamista también negó que hubiera vínculos entre ellos.

La confirmación, sin embargo, procede de que al tratarse de dos terroristas, tienen su correspondencia intervenida en prisión, por lo que se ha podido concluir que nunca hubo contacto entre ellos.

El jefe del GICM.

Hassan el Haski está considerado jefe del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) e ideólogo de los atentados del 11-M. El fiscal pide 38.952 años para él.

Autor de última hora.

Otman el Gnaoui pasó de un plumazo de ser considerado cómplice del grupo a autor por cooperación necesaria de los atentados. Se enfrenta a 38.962 años de cárcel.

El falso vínculo con ETA.

Abdelkrim Bensmail fue investigado al encontrarse en su poder un papel con la dirección del etarra Parot. El vínculo fue descartado. Fue compañero del suicida Lamari.

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