Crítica:HABITACIONES

Dormir en un cubo

EL PASADO 1 de julio se inauguró en Amsterdam el primer hotel Qbic, una marca que ofrece alojamiento urbano de diseño a precios módicos, con 35 habitaciones desde 39 euros. Cada habitación -o Cubi- ocupa un espacio con forma de tetraedro regular de nueve metros cúbicos con una cama Hästens (una marca sueca de camas de diseño elaboradas artesanalmente con crin de caballo y otros materiales naturales) extralarga, baños con objetos diseñados por Philippe Starck, televisión de pantalla plana, acceso a Internet de alta velocidad mediante wi-fi y una mesa work & dine que lo mism...

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EL PASADO 1 de julio se inauguró en Amsterdam el primer hotel Qbic, una marca que ofrece alojamiento urbano de diseño a precios módicos, con 35 habitaciones desde 39 euros. Cada habitación -o Cubi- ocupa un espacio con forma de tetraedro regular de nueve metros cúbicos con una cama Hästens (una marca sueca de camas de diseño elaboradas artesanalmente con crin de caballo y otros materiales naturales) extralarga, baños con objetos diseñados por Philippe Starck, televisión de pantalla plana, acceso a Internet de alta velocidad mediante wi-fi y una mesa work & dine que lo mismo sirve para comer que para trabajar. Los paneles que delimitan los espacios son móviles y se pueden modificar según las preferencias del viajero; la iluminación y los colores de la habitación también cambian con sólo tocar un botón.

El Qbic Hotel emplea un sistema de autoservicio: las reservas y el pago de las habitaciones se hacen por Internet, y las llaves se obtienen en una máquina expendedora. Los huéspedes pueden asimismo obtener comida ecológica, bebidas y otros productos, como cepillos de dientes, tarjetas telefónicas, revistas o preservativos, en los dispensadores de la recepción.

- www.qbichotels.com.

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