Una artista gallega, en el último film de Medem

Julio Medem acostumbra a hacer de sus películas una caja de sorpresas en la que, al final, las piezas acaban casando. Para descubrirlo, conviene estar preparado para hallar esa lógica particular en cualquier coordenada. También los artistas que se acogen al mecenazgo del personaje interpretado por Charlotte Rampling, la pintora Justine en la película Caótica Ana, se dispersan por todas esas latitudes.

El director vasco ha querido conformar una generación artística para contextualizar la pintura de su hermana fallecida, a quien tributa su último trabajo. Detrás de cada creador en ...

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Julio Medem acostumbra a hacer de sus películas una caja de sorpresas en la que, al final, las piezas acaban casando. Para descubrirlo, conviene estar preparado para hallar esa lógica particular en cualquier coordenada. También los artistas que se acogen al mecenazgo del personaje interpretado por Charlotte Rampling, la pintora Justine en la película Caótica Ana, se dispersan por todas esas latitudes.

El director vasco ha querido conformar una generación artística para contextualizar la pintura de su hermana fallecida, a quien tributa su último trabajo. Detrás de cada creador en la ficción hay uno de carne y hueso y a ellos pertenecen las obras que aparecen en las escenas de la película. Y para tal efecto ha seleccionado a una treintena de artistas internacionales de campos como la pintura, la escultura, el vídeo, las nuevas tecnologías y la ilustración con un único criterio: el suyo propio. En lugar de dejar el asunto en manos de la dirección de arte de la película y confiar en las propuestas de cualquier galería de prestigio, Medem diseñó un proyecto artístico en paralelo para rodear los cuadros de su hermana con exactamente aquello que a él le gustaría ver a su alrededor. Se entrevistó con los artistas, les entregó el guión y les indicó en qué escenas iban a aparecer sus obras para que se pusiesen a trabajar teniendo en cuenta cuál iba a ser el destino de las creaciones. Las piezas integrarán una exposición que aún no ha sido inaugurada, pero en Internet, en la dirección www.caoticaanaarte.com, ya se pueden visitar e incluso están a la venta desde la semana del estreno de la película, que tuvo lugar el pasado 24 de agosto.

Una de las escogidas es la pintora gallega María Viñas. En su currículo figuran colaboraciones en moda con David Delfín, Miriam Ocariz y Locking Shocking y en revistas como Neo 2, ha coordinado el ciclo de exposiciones de jóvenes valores Diálogo dende o invisible para el Parlamento de Galicia y en 2005 ganó el concurso de diseño de una carrocería para el equipo Bar-Honda de Fórmula 1. Su ciudad natal, Vigo, acogió a principios de este año la que hasta la fecha es su última exposición individual, Wonderland 2, en la galería María Prego. En este momento, la colaboración con el director puede significar un punto de inflexión en su carrera.

Para esta artista el trabajo con el realizador no pudo haber sido más gratificante. Con independencia de lo que ocurra a partir de ahora, la colaboración ya le ha marcado profesionalmente. "A pesar de que nuestras obras formaban parte de la escenografía, Medem se interesaba por nuestro proceso creativo y hasta nos consultaba algunos cambios de guión por si alteraban el sentido de las piezas. Es muy estimulante que alguien te pida sensaciones", explica la pintora, quien se declara dispuesta al diálogo multidisciplinar.

Confiesa que le resultó fácil sumergirse en la atmósfera emotiva y cargada de significados de la película porque se sintió muy cercana a sus sentimientos a flor de piel y a su imaginería. En su pintura abstracta plagada de elementos simbólicos ha tratado de contar lo que sucede en las escenas dejándose llevar: "En estos tiempos de individualismo atroz es un lujo poder hablar sobre emociones".

La pintora gallega María Viñas.EL PAÍS
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