Reportaje:

Mariposas de Palestina

48 jóvenes de Cisjordania experimentan en el Museo CosmoCaixa

Existe un lugar donde los niños palestinos se atreven a mirar el cielo sin miedo a que un misil israelí caiga y mate a sus padres: un planetario. La bóveda estrellada del Museo CosmoCaixa de Alcobendas se llenó ayer de exclamaciones y risas de 48 niños de 9 a 12 años que visitan España con el programa Vacaciones por la paz, de la ONG Paz Ahora. Algunos de ellos, muchos huérfanos, tenían pocos motivos para reír en sus campamentos de refugiados en Cisjordania, donde son habituales los toques de queda, las incursiones militares y la muerte.

Saher tiene 11 años, tres hermanos en la c...

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Existe un lugar donde los niños palestinos se atreven a mirar el cielo sin miedo a que un misil israelí caiga y mate a sus padres: un planetario. La bóveda estrellada del Museo CosmoCaixa de Alcobendas se llenó ayer de exclamaciones y risas de 48 niños de 9 a 12 años que visitan España con el programa Vacaciones por la paz, de la ONG Paz Ahora. Algunos de ellos, muchos huérfanos, tenían pocos motivos para reír en sus campamentos de refugiados en Cisjordania, donde son habituales los toques de queda, las incursiones militares y la muerte.

Saher tiene 11 años, tres hermanos en la cárcel y uno en el cementerio. "Le mataron los soldados israelíes cuando participaba en una manifestación, con 14 años. Estaba tirando piedras contra los tanques, así que le dispararon en la garganta", explica con un evidente gesto sobre el cuello y la mirada seca. Sólo sonríe cuando recuerda las ciudades españolas que han visitado este verano: Barcelona, Málaga, Bilbao... y Madrid, con el parque de atracciones y el parque acuático.

Julio Rodríguez, coordinador de Paz Ahora, recuerda el pánico de los primeros días de vacaciones, cuando los chavales escuchaban los helicópteros de la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre sus cabezas: "Lo asociaban a un ataque inminente y llegaban a esconderse debajo de las camas". También sacaban sus pasaportes en los peajes de las autopistas españolas, porque pensaban que la breve parada significaba interrogatorios y cacheos. Tardaron 12 horas en hacer 70 kilómetros cuando salieron de Palestina hace un mes y esperan las mismas dificultades a la vuelta, el próximo sábado. "Los soldados israelíes nos preguntan que por qué ayudamos a terroristas. Y cuando señalamos que sólo son niños, suelen responder: 'Da igual, si no lo son ahora, lo serán dentro de 10 años", relata Rodríguez.

Ajenos al viaje de regreso, el reto inmediato para los niños consiste en adivinar -todas las explicaciones de CosmoCaixa están en castellano- el funcionamiento de experimentos científicos o el organismo correspondiente a las fotografías de células. "¿Alguien sabe a qué animal pertenecen estas escamas de colores?". Griterío colectivo: "¡Farashe!". "Exacto, es una mariposa", anuncia sorprendido el monitor. Nadie salvo los niños de menos de 12 años lo había adivinado. "Estas escamas son el polvillo que sueltan sus alas. ¿Quién las ha cogido alguna vez?". Nueva sorpresa ante la multitud de manos alzadas: en Palestina aún quedan mariposas.

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