Un cortocircuito provocó el incendio en la nuclear de Cofrentes

La central nuclear de Cofrentes, parada desde la semana pasada a causa de un incendio en sus instalaciones, no arrancará hasta finales de agosto, según el portavoz de la planta, Jesús Cruz. El incendio de un transformador el pasado jueves, 2 de agosto, obligó a Iberdrola, compañía que explota la instalación, a detener el reactor. En poco más de una hora ardieron miles de litros de aceite del transformador debido, según Cruz, "a un cortocircuito interno en el transformador". El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informó de que el accidente, calificado como de nivel 0 según el código internacion...

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La central nuclear de Cofrentes, parada desde la semana pasada a causa de un incendio en sus instalaciones, no arrancará hasta finales de agosto, según el portavoz de la planta, Jesús Cruz. El incendio de un transformador el pasado jueves, 2 de agosto, obligó a Iberdrola, compañía que explota la instalación, a detener el reactor. En poco más de una hora ardieron miles de litros de aceite del transformador debido, según Cruz, "a un cortocircuito interno en el transformador". El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informó de que el accidente, calificado como de nivel 0 según el código internacional, activó los planes de emergencia.

Según Iberdrola, el incendio no provocó daños personales -ningún trabajador se encontraba en las inmediaciones de la instalación eléctrica- ni tampoco ocasionó riesgos de radiación.

La dirección de la central ha dedicado los días siguientes al accidente a investigar lo sucedido. Hasta la fecha se han llevado a cabo tareas de inspección de cables, conductos y otro tipo de componentes. Desde ayer está en marcha un plan de sustitución del transformador -la central dice que cuenta con equipos de reserva-, pero hasta finales de agosto no prevén arrancar el reactor de nuevo. Previamente se realizarán pruebas para verificar el correcto funcionamiento del transformador.

Tres paradas en el año

La central ha sufrido varios percances en lo que va de año. Apenas transcurrido un mes de 2007, Cofrentes sufrió una parada automática debido a otro incidente. A finales de abril, el reactor volvió a detenerse, pero en aquella ocasión se trató de una parada de las programadas, concretamente para la recarga de combustible. Los responsables de Cofrentes aprovecharon este paréntesis para revisar el funcionamiento de cientos de operaciones de la central.

Cofrentes debía, según el calendario oficial, haber vuelto a funcionar a finales de junio o principios de julio, pero la fecha se retrasó de nuevo, según denunciaron organizaciones ecologistas. Cuando se produjo el incendio, la central apenas llevaba tres días en funcionamiento tras una parada de tres meses.

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La organización ecologista Greenpeace exigió al día siguiente del siniestro al Consejo de Seguridad Nuclear y a Iberdrola explicaciones públicas "precisas y veraces" sobre las causas del incendio. Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía de Greenpeace, dijo que la nota emitida por el CSN "no daba ninguna información relevante, limitándose a informar sobre lo ya todo el mundo sabía: que se había producido un incendio en la central".

Este colectivo citó un incidente parecido sucedido hace unas semanas en la planta alemana de Krümmel que se saldó con la destitución de la cúpula directiva de la empresa explotadora y el compromiso del Gobierno alemán de investigar a fondo el problema e incluso acelerar el cierre de las centrales más antiguas.

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