Reportaje:

Juegos de formas, color y marca

Rainbow se ha convertido en una gran marca de periféricos sin diseñar ni producir sus productos

A Rainbow, posiblemente la marca española más popular en el sector de periféricos para ordenador, la suelen incluir entre las empresas tecnológicas. Sin embargo, su fundador, Xavier Llopis, no salió de ningún spin off universitario sino que empezó su carrera vendiendo disquetes. Además, pese a que sus productos, con una imagen muy definida -diseños de vanguardia, colores luminosos...-, están en las mayores cadenas informáticas, la realidad es que hasta hace semanas Rainbow nunca había diseñado ni fabricado uno solo de sus flamantes productos.

Estamos ante una empres...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A Rainbow, posiblemente la marca española más popular en el sector de periféricos para ordenador, la suelen incluir entre las empresas tecnológicas. Sin embargo, su fundador, Xavier Llopis, no salió de ningún spin off universitario sino que empezó su carrera vendiendo disquetes. Además, pese a que sus productos, con una imagen muy definida -diseños de vanguardia, colores luminosos...-, están en las mayores cadenas informáticas, la realidad es que hasta hace semanas Rainbow nunca había diseñado ni fabricado uno solo de sus flamantes productos.

Estamos ante una empresa nacida al socaire de paradigmas como la externalización productiva, el enfoque casi exclusivo en la creación de marca y marketing de distribución, el merchandising y, cómo no, la concentración masiva en Asia de fabricantes, no ya de componentes sino de productos listos para ser vendidos... por las marcas. Pese a ello, o quizá por eso, la empresa ha tenido un despliegue avasallador. Creada en 2000, a partir de una mayorista de periféricos, Sunnyline, fundada por Llopis en 1997, Rainbow facturaba nada menos que tres millones de euros en 2003, 5,4 millones en 2004 y prevé diez millones en 2007. Todo ello sólo con 25 trabajadores. ¿Cómo lo ha logrado?

Creada en 2000, a partir de una mayorista de periféricos, Rainbow prevé facturar, con solo 25 trabajadores, diez millones de euros en 2007

La clave, dicen sus allegados, está en la propia personalidad de Llopis, un hombre de mente emprendedora, apasionado por el diseño y con una gran intuición por el marketing. En lugar de ponerse a diseñar o a fabricar, Llopis, que dominaba desde hacía muchos años el sector, en el que empezó de muy joven -sabía dónde y cómo comprar y cómo y a quién vender -, se centró en lo que consideraba el factor crítico: la creación de una marca potente, una atractiva presentación de sus productos y unas relaciones privilegiadas con la distribución. Ahora no sólo vende en España sino en varios países como Portugal, Italia, Alemania, Suiza, Austria, Bélgica y Túnez. Este año obtendrá el 35% de sus ventas fuera de España.

Los productos Rainbow son conocidos por su buena relación calidad-precio, lo que explican en la empresa en función de la habilidad de Rainbow para comprar bien, elegir el producto y los fabricantes. Llopis añade a ello "el que seamos capaces de ofrecer una gama completa que cubra todas las necesidades del usuario, a la incorporación de detalles o ventajas técnicas en ciertos productos que hacen su uso más agradable, confortable o práctico. Además, en algunos productos aplicamos unos precios enormemente competitivos".

Y luego está la seducción. "Cuida mucho la imagen y el diseño", apunta Llopis. Al margen de que ha logrado que su línea esté entre las más bonitas y futuristas del mercado, el empresario se ha ocupado al detalle del empaquetado de los productos. Sabedor de que la compra de periféricos es "de impulso" ha sabido imponer sus propios expositores en las grandes cadenas. "No sólo el diseño de productos es algo en lo que pongamos nuestro máximo empeño, sino que también es muy importante para nosotros la forma de comunicar quiénes somos y lo que hacemos en los puntos de venta".

Esta estrategia le ha permitido cubrir prácticamente todo el abanico de periféricos -ratones, teclados, cámaras web, auriculares o altavoces-. Sin embargo, la creciente competencia en su sector -los demás van a por el mismo modelo- le ha llevado recientemente a diseñar su propia línea de productos, que están siendo lanzados al mercado entre julio y septiembre de este año, en una búsqueda de diferenciación. Los rivales aprietan.

Archivado En