Colas de 22 kilómetros en Tarragona por la 'operación salida'

Tráfico calcula que ayer se desplazaron 550.000 coches

Una ratonera. La autopista AP-7 se convirtió ayer por enésima vez en un cuello de botella con colas de hasta 22 kilómetros en el peaje de Tarragona. La segunda jornada de la operación salida, en la que el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) preveía que se movilizaran 550.000 vehículos del área metropolitana, provocó un nuevo caos en las carreteras tarraconenses, incapaces de absorber tal volumen de tráfico.

Un viaje de Barcelona a L'Hospitalet de l'Infant (Baix Camp) fue desde ayer por la mañana hasta pasadas las cinco de la tarde una auténtica odisea. Este tramo concentró, según e...

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Una ratonera. La autopista AP-7 se convirtió ayer por enésima vez en un cuello de botella con colas de hasta 22 kilómetros en el peaje de Tarragona. La segunda jornada de la operación salida, en la que el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) preveía que se movilizaran 550.000 vehículos del área metropolitana, provocó un nuevo caos en las carreteras tarraconenses, incapaces de absorber tal volumen de tráfico.

Un viaje de Barcelona a L'Hospitalet de l'Infant (Baix Camp) fue desde ayer por la mañana hasta pasadas las cinco de la tarde una auténtica odisea. Este tramo concentró, según el SCT, el grueso de los problemas de tráfico durante el día de ayer en Cataluña. Algunos conductores tardaron más de tres horas y media en completar los aproximadamente 130 kilómetros de trayecto.

Las colas comenzaron en el peaje de Martorell, que a las nueve de la mañana ya registraba cuatro kilómetros de retenciones.

Más adelante esperaba la barrera de El Vendrell (Baix Penedès), con tres kilómetros más de cola. Sin embargo, ahí comenzaba lo peor en la autopista de pago: al llegar a la altura de Roda de Barà (Tarragonès) el tráfico estaba prácticamente colapsado hasta el peaje troncal de Tarragona, que actúa como tapón, unos 22 kilómetros ininterrumpidos de cola de paradas y arranques continuos para recorrer unos escasos metros. Esta zona es la que en todas las operaciones salida o, a poco que se sature la autopista, vienen registrándose desde hace años las mayores y más largas retenciones de toda la red viaria catalana.

Tercer carril

La eliminación de estas retenciones o, en su defecto, su minimización depende de dos factores: la construcción del tercer carril en esta zona y la eliminación de los peajes troncales.

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Acesa, la empresa concesionaria, adjudicó el pasado mes de mayo las obras para la construcción de un tercer carril en la autopista entre el empalme de la autopista de Lleida y Salou. La conclusión de esta ampliación está prevista para finales de 2008. Con la autopista ampliada a tres carriles, será posible entonces suprimir los peajes troncales de El Vendrell, Tarragona e, incluso, de L'Hospitalet de L'Infant, propiedad éste de Aumar, que, como Acesa, pertenece al 100% al grupo Abertis. Cuando se hayan suprimido estos tres peajes se podrá circular entre Martorell -peaje que se mantendrá- y Valencia sin interrupciones en el centro de la vía, ya que los pagos se realizarán en cada una de las salidas.

Por otra parte, la normalidad fue la tónica de la segunda jornada de la operación salida en el aeropuerto de Barcelona, pese a algunos incidentes puntuales. Ayer estaba previsto que más de 113.000 personas utilizaran esta infraestructura de transporte.

Las previsiones señalaban que el aeropuerto registraría 928 movimientos de aeronaves; para hoy se esperan 921.

Entre los incidentes resaltaba ayer la suspensión de un vuelo de la compañía Condor con destino a Munich (Alemania) y que afectó a 180 pasajeros.

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