Saeed Chmagh

Leí en esta sección el pasado día 18 una carta dedicada a mi compañero Namir Noor-Eldeen, el fotógrafo iraquí de la agencia Reuters muerto en Bagdad, con la que estoy totalmente de acuerdo. Tan sólo quisiera recordar que en el trágico incidente también murió Saeed

Chmagh, uno de los conductores de la agencia. Aunque su nombre nunca figuró al pie de una noticia o de una foto, sin personas como Saeed y otros conductores como él sería casi imposible informar desde las zonas en conflicto.

Las veces que tuve la oportunidad de trabajar con él, no sólo hizo de conductor, sino que además...

Leí en esta sección el pasado día 18 una carta dedicada a mi compañero Namir Noor-Eldeen, el fotógrafo iraquí de la agencia Reuters muerto en Bagdad, con la que estoy totalmente de acuerdo. Tan sólo quisiera recordar que en el trágico incidente también murió Saeed

Chmagh, uno de los conductores de la agencia. Aunque su nombre nunca figuró al pie de una noticia o de una foto, sin personas como Saeed y otros conductores como él sería casi imposible informar desde las zonas en conflicto.

Las veces que tuve la oportunidad de trabajar con él, no sólo hizo de conductor, sino que además me traducía y me ayudaba a transportar el equipo fotográfico, valoraba los riesgos de las situaciones y me prevenía de los peligros, aportaba posibles noticias para cubrir que había visto o escuchado e incluso me llamaba la atención sobre cosas que se me había pasado fotografiar. De camino al lugar de la información trataba de enseñarme palabras en árabe y me preguntaba por la traducción al inglés. Saeed siempre parecía contento, no paraba de sonreír. Siempre estaba dispuesto para salir corriendo al lugar de noticia.

Lamentablemente, ya no está para que pueda darle las gracias por tanta generosidad. Aprovecho para agradecer a todos los demás conductores que en el más absoluto anonimato arriesgan sus vidas de la misma manera que los reporteros para que la información salga a la luz.