Entrevista:Carlos Gil y Carmen Herrada | Cristalero y camarera

"Irnos de vacaciones es impensable"

Carlos Gil Méndez tiene 35 años y mucho tesón para sacar adelante a su familia. Igual que Carmen Herrada, su mujer (32 años), que sabe llevar a los dos hijos fruto del matrimonio, Carlos (cinco años) y Pablo (dos años) con paciencia, dedicación y firmeza.

Él, con estudios de EGB, hace dos años que trabaja para una empresa como cristalero. Dedica diez horas y media diaria a montar estructuras de aluminio, ventanas, mamparas y lo que se tercie. Ya hacía este trabajo en otra empresa que le pagaba menos, por eso dio el salto en la que está ahora que, con un contrato fijo firmado al año de p...

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Carlos Gil Méndez tiene 35 años y mucho tesón para sacar adelante a su familia. Igual que Carmen Herrada, su mujer (32 años), que sabe llevar a los dos hijos fruto del matrimonio, Carlos (cinco años) y Pablo (dos años) con paciencia, dedicación y firmeza.

Él, con estudios de EGB, hace dos años que trabaja para una empresa como cristalero. Dedica diez horas y media diaria a montar estructuras de aluminio, ventanas, mamparas y lo que se tercie. Ya hacía este trabajo en otra empresa que le pagaba menos, por eso dio el salto en la que está ahora que, con un contrato fijo firmado al año de permanencia, le paga 900 euros en nómina.

Carmen, que gana algo más de 500 euros al mes como camarera, pidió a sus jefes trabajar a media jornada para poder cuidar de sus dos hijos. "El problema de trabajar a jornada completa es que los turnos son rotativos. Entonces, la semana que me tocara de tarde no vería a mis hijos. Así que no creo que vuelva a coger la jornada completa nunca más", explica. Esta familia, que se considera católica no practicante, jamás ha tenido unas vacaciones fuera de Almería. "Irnos de vacaciones es impensable. Nosotros no ahorramos un duro. Lo que entra sale al mes. Vivimos de alquiler y pagamos 300 euros por la vivienda, más los gastos de las facturas que, cuando no es una, es otra. La ropa de los niños, la guardería...A Pablo lo tenía en una guardería privada y pagaba 166 euros. Ahora lo he metido en una de la Junta y pagaré sólo 66. En fin, que los gastos son infinitos", apunta la mujer.

"Nosotros no ahorramos un duro. Lo que entra sale al mes"
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La gran esperanza de esta familia radica en poder vender bien un terreno de unos 500 metros cuadrados para poder acceder a una vivienda de su propiedad sin necesidad de pedir hipoteca. "Es lo único que tenemos junto con el coche, la moto y nuestro dos hijos", bromea Carmen.

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