Reportaje:Motociclismo | Gran Premio de Alemania

"No me podía creer lo que pasaba"

Pedrosa, satisfecho por la mejora de su moto, es elogiado por Rossi, que se disculpa por su caída

Tras volver a comandar una carrera con tanta firmeza como para ganarla en solitario, Dani Pedrosa reconoció haberse sentido extraño mientras viajaba a toda pastilla subido a su moto. Es normal que le ocurriera en un campeonato de los más inestables y alocados que se recuerdan. Esta temporada estaba marcada con una equis. Pedrosa iba a vérselas con Valentino Rossi, el icono mundial del motociclismo moderno. Sin embargo, las cosas no han transcurrido como dictaba la lógica. Casey Stoner irrumpió a lo grande y lo puso todo patas arriba. Yamaha tardó un poco en reaccionar de la mano de Rossi, y ah...

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Tras volver a comandar una carrera con tanta firmeza como para ganarla en solitario, Dani Pedrosa reconoció haberse sentido extraño mientras viajaba a toda pastilla subido a su moto. Es normal que le ocurriera en un campeonato de los más inestables y alocados que se recuerdan. Esta temporada estaba marcada con una equis. Pedrosa iba a vérselas con Valentino Rossi, el icono mundial del motociclismo moderno. Sin embargo, las cosas no han transcurrido como dictaba la lógica. Casey Stoner irrumpió a lo grande y lo puso todo patas arriba. Yamaha tardó un poco en reaccionar de la mano de Rossi, y ahora falta esperar si Honda lo ha conseguido como ayer pareció adivinarse tras la carrera del motorista español. "El equipo también está sufriendo porque ve que los resultados no llegan y porque ni la moto ni yo mismo podemos sacar todo el potencial que tenemos", dijo Pedrosa, moderado como de costumbre. "A pesar de llevar tanto tiempo sin ganar, el equipo nunca ha perdido la fe y siempre ha mantenido la motivación".

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Durante la primera mitad de la temporada, el corredor sudaba tinta para dominar su moto a partir de media carrera. El nuevo prototipo de 800cc que Honda diseñó para él a principios de temporada ha resultado ser extremadamente radical y sensible, y cualquier modificación en alguno de sus componentes afecta peligrosamente al equilibrio del conjunto. Las segundas partes de la carrera se le atragantaban a Pedrosa que, a medida que los neumáticos se degradaban, era escupido hacia el exterior de los virajes. Ayer se conjuró para que eso no ocurriera, cruzó los dedos y forzó la máquina desde el principio. "Sabía que lo más importante era mantenerme delante de Stoner durante las primeras vueltas", reconoció el piloto, que hacía mucho tiempo que no lideraba una carrera tan cómodamente. "Ni yo mismo podía creer lo que estaba pasando. Por fin la moto ha sido competitiva hasta el final", declaró Pedrosa, muy conciso cuándo se le preguntó por el momento en el que cayó en la cuenta de que tenía la victoria en la mano. "Ha sido entre la octava y la décima vuelta. He apretado y me he marchado", resumió. El próximo domingo volverá a competir, esta vez en California. Allí le esperan Valentino Rossi y Casey Stoner, que se fueron de Alemania con el rabo entre las piernas.

"Lo único que puedo hacer es pedir disculpas a todo el mundo por haberme caído. Aunque, a decir verdad, hoy Pedrosa era inalcanzable", admitió el italiano tras revolcarse por el cemento. "No he salido bien, he perdido bastantes posiciones, y he tenido que esperar una vuelta para comenzar a remontar. Cuando he empezado a hacerlo, he cometido un error y la moto se me ha ido de la parte delantera", lamentó. Rossi no se caía desde el Gran Premio de Valencia de la temporada pasada, cuando perdió el Mundial a manos de Nicky Hayden. "Afortunadamente para mí, Stoner ha terminado quinto, lo que no me hace perder muchos puntos", cerró Rossi. De Pedrosa habló Stoner. "Ha hecho una carrera fantástica, hoy era invencible", dijo, antes de valorar los problemas de neumáticos que le hicieron recular hasta terminar quinto. "El grip del neumático trasero ha disminuido al final, y no he podido mantener mi ritmo".

En 250cc, Jorge Lorenzo demostró que ha aprendido a sufrir. Si no, lo disimuló estupendamente. A sus 20 años, el campeón del mundo de dos y medio tiene un carácter volcánico que, con mucho esfuerzo y a pasitos cortos, se esfuerza en moldear. Para convencerse basta atender a la imagen que ofreció una vez el comisario ondeó la bandera cuadriculada en las narices de Hiroshi Aoyama, el japonés que le birló la victoria a Alex De Angelis en la última curva. Lorenzo terminó cuarto, y lo que es peor, en ningún momento tuvo opción alguna de luchar por el triunfo. Hace algún tiempo, el botín hubiera significado un terremoto a su llegada al box, con gritos, golpes y lluvia de objetos incluidos. Ayer, no. "Estoy muy contento. Éste es el mejor cuarto puesto de mi vida", dijo Lorenzo. "La moto no iba bien, no corría. Además, en el primer parcial perdía mucho tiempo", zanjó el campeón del mundo.

Pedrosa baña con champaña a Capirossi en el podio.AP

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