Reportaje:Fútbol | Copa América

Desmadrados y goleados

Chile, cuyos jugadores causaron graves altercados en un hotel, víctima de la pegada de Brasil

Los equipos son ecosistemas delicados. Cualquier acontecimiento puede desencadenar su destrucción. Chile sirve como ejemplo. En la pasada madrugada, ante Brasil, sufrió la mayor humillación de un equipo en esta Copa América (1-6). Ausente, sin juego, sin coraje, el equipo se quedó sin nada que hacer a los 25 minutos. Un gol de Juan, otro de Baptista y un tercero de Robinho sacaron a los chilenos del campeonato poniendo fin a lo que pareció una dimisión colectiva. La falta de respuestas convirtió el encuentro en un monólogo.

El jueves pasado, en el hotel Mara Inn, de Puerto Ordaz, un gru...

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Los equipos son ecosistemas delicados. Cualquier acontecimiento puede desencadenar su destrucción. Chile sirve como ejemplo. En la pasada madrugada, ante Brasil, sufrió la mayor humillación de un equipo en esta Copa América (1-6). Ausente, sin juego, sin coraje, el equipo se quedó sin nada que hacer a los 25 minutos. Un gol de Juan, otro de Baptista y un tercero de Robinho sacaron a los chilenos del campeonato poniendo fin a lo que pareció una dimisión colectiva. La falta de respuestas convirtió el encuentro en un monólogo.

El jueves pasado, en el hotel Mara Inn, de Puerto Ordaz, un grupo de jugadores chilenos, entre los que se encontraba el capitán, Jorge Valdivia, dinamitó las reglas de convivencia interna. Los acontecimientos están velados por el silencio de los empleados. Sólo se sabe que, tras empatar con México y lograr el pase a los cuartos de final, Valdivia, Tello, Vargas, Navia y Contreras se vieron involucrados en un altercado con las camareras. El alcohol desató la agresividad de los muchachos. Hubo destrozos en habitaciones, desparrame de comida y ofensas a los huéspedes.

CHILE 1 - BRASIL 6

Chile: Bravo; Ormeño, Contreras, Fuentes, Jara (Cabión, m. 55), Fierro (Valdivia, m. 46); Mark González (Matías Fernández, m. 61), Iturra, Sanhueza; Suazo y Lorca.

Brasil: Doni; Maicon (Elano, m. 70), Alex, Juan (Naldo, m. 72), Gilberto; Mineiro, Gilberto Silva, Josué, Baptista; Love y Robinho (Afonso, m. 60).

Goles: 0-1. M. 16. Juan. 0-2. M. 22. Baptista. 0-3. M. 28. Robinho. 0-4. M. 50. Robinho. 0-5. M. 68. Josué. 1-5. M. 75. Suazo. 1-6. M. 84. Love.

Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Amonestó a Iturra, Juan, Sanhueza, Ormeño y Gilberto Silva.

27.000 espectadores en el estadio Antonio Anzoátegui.

El seleccionador chileno, Nelson Acosta, tomó medidas ambiguas. Sabía que sus jugadores eran responsables de un acto de vandalismo que debía ser castigado, pero, en vez de expulsarlos del equipo, les mandó al banquillo. Lo hizo después de que algunos amenazaran con abandonar la concentración y regresar a Chile si expulsaba a Valdivia. Los insurgentes contaron con la connivencia de los dirigentes de la federación. A la suplencia de Matías Fernández por agotamiento, Acosta unió la de los reos de los disturbios, con Valdivia al frente. El jugador del Palmeiras es una autoridad inexplicable. Es difícil comprender cómo un futbolista que caracterizó su carrera por el individualismo acabó asumiendo el liderazgo. Para completar el absurdo, Acosta le permitió jugar media hora. El ex seleccionador argentino Carlos Bilardo, que presenta un programa de televisión con audiencia en toda América, reprobó la decisión: "Acosta es el responsable directo de la indisciplina de sus jugadores".

La noche sirvió para que la selección brasileña se reconciliara con el estilo de Dunga. No resultó difícil. Cada incursión era un remate inevitable. Hasta el desafortunado Love, inédito, se quitó la espina. Cómodo en su papel de figura, Robinho hizo dos goles más. El delantero del Madrid ya suma seis, la marca que convirtió a Batistuta en el máximo goleador en dos torneos anteriores.

"Los jugadores se están conociendo mejor", dijo Dunga. El seleccionador no perdió la tensión, aunque sus compatriotas se olvidaran de preguntarle qué opina del buen juego de Argentina. Por primera vez, repitió su elección: Baptista en la media punta, Gilberto Silva como pivote y Josué con Mineiro como interiores. Los dos medios del São Paulo completaron el partido perfecto. Dunga apuntó que su equipo empieza a convencerse de lo que hace: "Los futbolistas han confiado en el modelo de trabajo. Vamos encajando las piezas".

Robinho celebra su primer gol a Chile.EFE

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