Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

Una estrella, dos protagonistas

Acababa ayer de hacer uso de su última palabra Abdelilah el Fadoual el Akil, alias Panchito o Pequeñín. Había sido elogioso para el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez. "Agradezco al señor presidente porque me ha hecho sentir que soy una persona. Me gustaría que este juicio siguiera porque me siento persona", dijo. Preguntado en el receso Gómez Bermúdez por un letrado, señaló: "Estoy acostumbrado a que me hagan la pelota. Cuando se le está pidiendo 40.000 años de prisión a un acusado es lógico que diga estas cosas". A Panchito se le piden por integración en organización terro...

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Acababa ayer de hacer uso de su última palabra Abdelilah el Fadoual el Akil, alias Panchito o Pequeñín. Había sido elogioso para el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez. "Agradezco al señor presidente porque me ha hecho sentir que soy una persona. Me gustaría que este juicio siguiera porque me siento persona", dijo. Preguntado en el receso Gómez Bermúdez por un letrado, señaló: "Estoy acostumbrado a que me hagan la pelota. Cuando se le está pidiendo 40.000 años de prisión a un acusado es lógico que diga estas cosas". A Panchito se le piden por integración en organización terrorista 13 años, pero la respuesta de Gómez Bermúdez a bote pronto define de un trazo, fino, al magistrado-personaje.

Este malagueño de 44 años, que es presidente del tribunal y será ponente de la sentencia del 11-M, llegó a la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en 1999 de la mano, cosa que dice con orgullo, del entonces presidente de esa sala, Siro García Pérez, hoy magistrado retirado, y a veces activo, como en el reciente recurso de Arnaldo Otegi, de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, en el que le tocó ser ponente.

Gómez Bermúdez ha enjuiciado durante sus ocho años en la Audiencia Nacional casos de terrorismo de ETA, entre los que destaca haber formado parte del tribunal que juzgó a los asesinos de Miguel Ángel Blanco. También ha sido presidente del tribunal que juzgó las actividades del yihadismo en España a través de la Operación Dátil.

Su papel activísimo en el juicio oral que ayer quedó visto para sentencia ha supuesto un papel más discreto para sus dos colegas de mesa: Fernando García Nicolás y Alfonso Guevara.

García Nicolás, de 64 años, nacido en Madrid, llegó a la Audiencia Nacional en 1992 y ha sido ponente, por ejemplo, en el juicio de los etarras que intentaron atentar contra el Rey en Palma de Mallorca.

Alfonso Guevara, de 51 años, nacido en Salamanca, ha juzgado desde 2002, fecha en que llegó a la Audiencia Nacional, varios casos de ETA. Fue uno de los magistrados que se movilizaron con éxito para impedir la primera propuesta de prisión atenuada para el etarra Iñaki de Juana Chaos.

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