DANI ALVES | Mejor extranjero | Fútbol | Las estrellas de la temporada según la encuesta anual de EL PAÍS

63 partidos sin freno

De no ser futbolista, Dani Alves (Juazeiro, Brasil; 24 años) hubiera sido "piloto de fórmula uno". También podría haber sido un todoterreno. El lateral ha participado, siempre como titular -salvo en la ida de la Copa ante el Rayo en octavos de final-, en 57 de los 63 partidos que ha disputado el Sevilla. En concreto, 34 de 38 partidos de Liga, 14 de 15 en la Copa de la UEFA, 8 de 9 en la Copa del Rey y la final de la Supercopa de Europa. Un maratón que no le impidió vestir la canarinha en 6 ocasiones.

¿Cuál es el secreto de Alves para rendir en 63 partidos, a una media de 5,7 por...

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De no ser futbolista, Dani Alves (Juazeiro, Brasil; 24 años) hubiera sido "piloto de fórmula uno". También podría haber sido un todoterreno. El lateral ha participado, siempre como titular -salvo en la ida de la Copa ante el Rayo en octavos de final-, en 57 de los 63 partidos que ha disputado el Sevilla. En concreto, 34 de 38 partidos de Liga, 14 de 15 en la Copa de la UEFA, 8 de 9 en la Copa del Rey y la final de la Supercopa de Europa. Un maratón que no le impidió vestir la canarinha en 6 ocasiones.

¿Cuál es el secreto de Alves para rendir en 63 partidos, a una media de 5,7 por mes? ¿El arroz con frijoles? ¿Una vida monástica? Según reconoce el preparador del Sevilla, Ramón Orellana, algunos compañeros le superan en rendimiento físico, "pero sus ganas no las tiene nadie". Las necesitó para evadirse de los pitidos de la grada, que al principio desconfiaba del carrilero, más pendiente de lucirse en la línea de fondo que de contener a los rivales. "Soy el tipo de jugador al que le gusta ayudar a los delanteros en el ataque. En Brasil es bastante normal que los defensas se sumen arriba, pero en España no es así y he tenido que aprender a permanecer más en la defensa y quedarme en mi posición... Algo que fue un poco difícil cuando llegué", reconoce.

El lateral se ha perdido cuatro encuentros de Liga, uno de la Copa y otro de la UEFA

Dani Alves llegó hace cuatro temporadas a Andalucía. En su país había jugado en el modesto Bahía. Era una joya en bruto hasta que en diciembre de 2003 ganó el Mundial sub 20. Le eligieron el mejor del torneo. El director deportivo del Sevilla, Monchi, entró en acción, y Caparrós le mimó y le cuidó en sus primeros meses de aclimatación.

Alves, insiste, no es un "individualista". Los egos no van con su espíritu. "Ante todo soy un jugador que lo que quiero, y lo que más me gusta, es trabajar para el equipo. Sólo intento aportar cosas al grupo".

Fiel a su ideario, Alves lanza faltas, marca goles, fue uno de los mejores pasadores de la Liga y organiza y arranca contrataques con el desparpajo de un mediapunta. "Hemos puesto el listón muy alto en una temporada increíble", se limitó a reconocer el defensa tras superar al Getafe en la final de Copa, que jugó tras el permiso de Dunga. El seleccionador le permitió ausentarse de los entrenamientos previos a la Copa América.

"Desde que ganamos la [primera] Copa de la UEFA, sólo nos han pasado cosas buenas", asiente el jugador. Y tanto. Antes de la final con el Espanyol en Glasgow consideraba "excelente" la obtención de dos títulos. Fueron tres. Cuatro en 13 meses de vértigo que le han colocado en el escaparate internacional: "Nunca voy a decir que no me voy porque después, si te tienes que ir, te llaman mercenario o pesetero".

Dani Alves.GARCÍA CORDERO

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