Un menor que participaba en un 'botellón' muere al caer a un pozo abandonado
El joven, de 16 años, huía tras escuchar ruidos cuando se bañaba en la piscina municipal
El Juzgado de Instrucción número 1 de Huércal Overa (Almería) ha abierto una investigación por la muerte de Adrián G. M., de 16 años, quien fue hallado sin vida durante la madrugada de ayer en un pozo de titularidad privada, en las inmediaciones de la piscina del polideportivo municipal, un lugar frecuentado para celebrar botellón. El joven cayó accidentalmente al pozo, de tres metros de ancho, uno y medio de largo y más de veinte de profundidad, que no estaba sellado.
Según el atestado de la Guardia Civil, el chico quedó con unos amigos para ir al botellón. Sobre las diez...
El Juzgado de Instrucción número 1 de Huércal Overa (Almería) ha abierto una investigación por la muerte de Adrián G. M., de 16 años, quien fue hallado sin vida durante la madrugada de ayer en un pozo de titularidad privada, en las inmediaciones de la piscina del polideportivo municipal, un lugar frecuentado para celebrar botellón. El joven cayó accidentalmente al pozo, de tres metros de ancho, uno y medio de largo y más de veinte de profundidad, que no estaba sellado.
Según el atestado de la Guardia Civil, el chico quedó con unos amigos para ir al botellón. Sobre las diez de la noche, los jóvenes decidieron saltar a la piscina de las instalaciones para bañarse. El alcalde en funciones de Huércal-Overa, Luis García Collado, explicó que, "estando dentro de la piscina, bañándose, escucharon un ruido y rápidamente se salieron de la piscina y volvieron a saltar el muro. Una vez fuera, cada uno tomó un camino distinto. Se dispersaron y, a partir de ahí, [los amigos] no supieron nada más de él". Adrián G. M. cayó en el pozo cuando huía.
Según informó a Efe García Collado, el terreno donde está el pozo cuenta con aproximadamente una veintena de posibles herederos, todos ellos residentes fuera de la localidad, que litigan desde hace varios años, tras la muerte del propietario del solar.
El cadáver, rescatado por los bomberos, lo encontró un policía local que iba acompañado por el padre de la víctima.
La familia del adolescente no había presentado ayer denuncia alguna contra los propietarios del pozo. De hacerlo, el Ayuntamiento se personaría como parte en la causa, según anunció el alcalde.