JOSE TERÁN: "Es triste jugarte el futuro en un sorteo de vivienda"

A sus 28 años, José Terán, que lleva dos apuntado en Etxebide, tiene muy claro que no va seguir en casa de sus padres con más de 30 años "pase lo que pase con los sorteos". Se apuntó a los 26 porque prolongó sus estudios hasta esa edad y empezó a trabajar como profesor en un colegio público en el nivel de Educación Primaria. "Estoy apuntado a compra y alquiler. Me da igual. Un alquiler de Etxebide es mucho más ventajoso que el del mercado libre", explica.

Mientras ha prolongado sus estudios ha vivido un poco de espaldas al tema de la vivienda, pero ahora lleva dos años con la necesidad ...

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A sus 28 años, José Terán, que lleva dos apuntado en Etxebide, tiene muy claro que no va seguir en casa de sus padres con más de 30 años "pase lo que pase con los sorteos". Se apuntó a los 26 porque prolongó sus estudios hasta esa edad y empezó a trabajar como profesor en un colegio público en el nivel de Educación Primaria. "Estoy apuntado a compra y alquiler. Me da igual. Un alquiler de Etxebide es mucho más ventajoso que el del mercado libre", explica.

Mientras ha prolongado sus estudios ha vivido un poco de espaldas al tema de la vivienda, pero ahora lleva dos años con la necesidad a cuestas. "Creo que terminaré por comprarme un piso en el mercado libre porque veo lo que les pasa a mis amigos, que llevan varios años apuntados y no tienen suerte. Me puedo jubilar antes de que me toque un piso de protección oficial".

Terán se ha marcado un plazo de entre dos y tres años más antes de meterse en el mercado libre. "Cada vez voy ingresando más dinero, pero me preocupa la hipoteca a la que tendré que hacer frente. Ahora con un sueldo ya no es suficiente para pagar el préstamo y después vivir con cierta dignidad. Pero tengo claro que no puedo seguir en casa de mis padres más allá de cumplir los 30 años de edad".

Lo que le da rabia es que "los pisos no valen lo que se pide por ellos. Los ciudadanos están pagando 300.000 euros de precio por un piso, cuando a lo mejor sólo cuesta 90.000 la construcción. No es real. Es lamentable que una persona con 25 años y un trabajo no pueda comprarse un piso. Según la Constitución, la vivienda es un bien común y todos los ciudadanos tienen derecho a ella, pero en la práctica no es así".

Terán insiste en ese discurso. "Puede que la juventud tenga muchos problemas, pero el acceso a la vivienda es de los más importantes porque marca la emancipación y el poder organizar un proyecto de vida propio. Si se compara los sueldos que actualmente tienen los jóvenes y el precio de los pisos con los de hace unos años, con los de nuestros padres, se puede ver la diferencia".

José Terán considera "triste e irrisorio" que alguien "tenga que jugarse su futuro en un sorteo de pisos". "Tienes una posibilidad entre 100 o entre 1.000 de que te puedas ir de casa. ¿Es justo que alguien se tenga que jugarse sus ilusiones y sus proyectos de esa manera?", se pregunta.

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