Reportaje:

El maestro recoge sus frutos

Narros dirige a Marina San José, hija de su discípula Ana Belén

Antes o después se tenía que producir el encuentro. El gran Miguel Narros dirige a la joven actriz Marina San José. El hecho en sí puede parecer normal, pero detrás de ese binomio hay mucho pasado en común, muchos recuerdos, poco morbo y una historia que produce mucha ternura. Narros fue el gran maestro, casi inventor, de Ana Belén y Marina San José es la hija de esa actriz y cantante.

El encuentro se ha dado en Móvil, obra que el autor, Sergi Belbel, califica de fábula y que está en escena en el teatro María Guerrero, del Centro Dramático Nacional hasta el 1 de julio con un repa...

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Antes o después se tenía que producir el encuentro. El gran Miguel Narros dirige a la joven actriz Marina San José. El hecho en sí puede parecer normal, pero detrás de ese binomio hay mucho pasado en común, muchos recuerdos, poco morbo y una historia que produce mucha ternura. Narros fue el gran maestro, casi inventor, de Ana Belén y Marina San José es la hija de esa actriz y cantante.

El encuentro se ha dado en Móvil, obra que el autor, Sergi Belbel, califica de fábula y que está en escena en el teatro María Guerrero, del Centro Dramático Nacional hasta el 1 de julio con un reparto en el que también intervienen María Barranco, Nuria González y Raúl Prieto.

El montaje, que cuenta con vestuario de Sonia Grande e iluminación de Juan Gómez-Cornejo, ha reunido a dos personas que están en contacto desde que Marina San José estuviera en el vientre materno. "He vivido con mucha ternura el trabajar con Narros, además tenía muchas ganas de vivir en mi propia piel algo que he visto tanto", dice la joven actriz.

María Barranco, Nuria González y Raúl Prieto completan el reparto de un texto de Sergi Belbel
En 'Móvil', este aparato protagoniza las situaciones dramáticas de la obra

La obra tiene como protagonista al teléfono móvil, que es quien sostiene las situaciones dramáticas. Desde el punto de vista escénico, esta circunstancia ha dificultado el trabajo tanto del director como del escenógrafo, Andrea D'Odorico, y los actores, ya que todo gira en torno a pequeños monólogos sin casi relación directa entre los personajes. San José interpeta a una chica aparentemente moderna bajo la cual se esconde una personalidad tradicional con tendencias a subestimarse: "Ella cree que es muy débil, pero demuestra lo contrario", dice la actriz.

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Narros, que prepara para los próximos meses el estreno de El beso de Judas, de David Hare, con Joaquín Kremel, y La señorita Julia, de Strindberg, con María Adánez, no oculta que el trabajar con Marina le ha traído muchos recuerdos: "La he visto nacer, durante años era un ser al que todos protegíamos". También habla de las diferencias entre las dos mujeres: "Ana lo pasó mal en su infancia y juventud, peleó mucho para llegar a ser quien es; Marina lo ha tenido todo y se ha preparado en buenas escuelas", dice en referencia a sus estudios en el Laboratorio de William Layton.

A la hora de buscar similitudes, Narros comenta: "Tiene de su madre la sonrisa, muchas cosas de su físico y la fortaleza". Cuando se le aprieta un poco más, añade que "puede que la madre fuera más creativa, porque Marina está en un proceso en el que está descubriendo su trabajo; pero sobretodo las dos tienen un gran encanto".

Los consejos no faltan a la hora de trabajar: "Procuro aconsejar a todos y trato de que no olviden que el método [técnica actoral del ruso Stanilavsky] es una forma con la que el actor encuentra la libertad, aunque también puede ser opresivo, pero Marina lo aplica muy bien". Por su parte, la joven actriz confiesa que no se ciñe exclusivamente al método: "En el escenario trato de sacar recursos de donde sea".

Narros confiesa que ha mimado a Marina "Eso de ponerse más duro con ella porque es como de la familia es de la época de la Perrichola". Marina, por su parte, cree que no ha sido ni más ni menos duro con ella que con el resto: "Ha dado un punto de neutralidad, aunque me he sentido mimada fuera de los ensayos", dice de su relación con este hombre, al que considera el gran maestro: "Pero todos los directores con los que he trabajado han sido maestros porque estoy hecha una esponja", concluye.

Escena de Móvil, con Marina San José en primer plano.C. MANUEL

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