Suspendido casi seis horas el metro a la T-4, inaugurado el 3 de mayo

Una avería en la subestación eléctrica provoca el fallo en el servicio

Recién estrenado y ya da problemas. El servicio en el último tramo de la línea 8 del metro, que llega a la T-4 del aeropuerto, permaneció ayer suspendido casi seis horas, desde poco antes de las 13.30 hasta las 19.00 por un fallo en una subestación eléctrica que aún está en garantía. La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, inauguró hace apenas tres semanas este tramo, que explota una concesionaria privada.

Campo de las Naciones, 15.56. El vagón de la línea 8 de Metro que lleva desde Nuevos Ministerios a las cuatro terminales del aeropuerto de Barajas está repleto de viajeros ...

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Recién estrenado y ya da problemas. El servicio en el último tramo de la línea 8 del metro, que llega a la T-4 del aeropuerto, permaneció ayer suspendido casi seis horas, desde poco antes de las 13.30 hasta las 19.00 por un fallo en una subestación eléctrica que aún está en garantía. La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, inauguró hace apenas tres semanas este tramo, que explota una concesionaria privada.

Campo de las Naciones, 15.56. El vagón de la línea 8 de Metro que lleva desde Nuevos Ministerios a las cuatro terminales del aeropuerto de Barajas está repleto de viajeros con sus maletas. El tren se queda parado varios minutos en la estación con las puertas abiertas y la gente comienza a mirar el reloj. Una pareja se marcha. "Vamos a por un taxi, que no llegamos", dice ella. Por megafonía anuncian que el trayecto termina en la parada de las terminales 1, 2 y 3 "por fallo en el suministro eléctrico". El servicio entre los pabellones antiguos y el nuevo del aeropuerto -que incluye la parada al pueblo de Barajas- permaneció suspendido desde la 13.30 hasta las 19.00 de ayer. Una avería en una subestación eléctrica nueva afectó también al servicio de la estación de Campo de las Naciones entre la 13.30 y las 15.00, según confirmó una portavoz de Metro.

Hiba, de 23 años, se mordía ayer las uñas agarrada a su bolso. "He salido a las tres de la tarde desde Colón para llegar con tiempo, pero el metro se ha parado varias veces". Su vuelo a Canarias estaba previsto a las cinco de la tarde y no sabía si llegaría a tiempo.

Un día normal, el recorrido entre las tres estaciones que separan Campo de las Naciones de la T-4 se cubre en ocho minutos, según estimaciones de Metro. Pero ayer ese tiempo se multiplicó por tres. Al llegar a la T-2, tocaba una caminata por un largo pasillo hasta el exterior del aeropuerto y esperar en una nutrida cola para coger un autobús que iba de las antiguas terminales a la nueva. AENA reforzó ayer ese servicio. Hasta nueve lanzaderas llegaron a circular al mismo tiempo, según una portavoz de este organismo público, que no precisó cuántos autobuses funcionan en circunstancias normales.

Lo que cualquier otro día supone menos de 10 minutos, ayer se cubría en algo más de media hora, como pudo comprobar una redactora de EL PAÍS. La única ventaja fue que en la entrada al aeropuerto, los torniquetes del metro estaban abiertos. No había que pagar el euro de suplemento que se abona en todas las terminales de Barajas desde que se inauguró el último tramo de la línea 8 de Metro el 3 de mayo.

Un euro de sobrecoste

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"Yo sí que lo he pagado", se quejó Alberto, un usuario del puente aéreo que viajaba con poco equipaje. "Me he subido en Ciudad Universitaria y he comprado allí el billete doble porque nadie me ha avisado de que había problemas", comentó indignado dentro del autobús de AENA. Otro viajero, Francisco Álvarez, estaba dispuesto a volar a Las Palmas sin su desodorante. "Tengo que facturar el equipaje porque llevo líquidos, pero si no llego para las cinco y media, lo tiro todo y subo la maleta al avión", aseguró.

Un fallo en la subestación eléctrica que "aún está en garantía" provocó la avería, según una portavoz de Metro. Tanto la instalación eléctrica como el tramo nuevo de 2,4 kilómetros pertenecen a la constructora Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), adjudicataria de la concesión junto a Caja Madrid. Ambas pagan un canon de 45 millones de euros anuales por el servicio pero, a cambio, reciben el sobreprecio que pagan los usuarios de ese tramo.

La interrupción del servicio al aeropuerto evidencia "la nefasta gestión realizada en el suburbano durante esta legislatura", según el diputado socialista José Quintana. "Mientras Aguirre inaugura hasta las baldosas del metro, incluso en la campaña electoral, o se inventa nuevos conceptos para interferir en los comicios, como la supervisión oficial de una prueba del metro ligero, el suburbano hace aguas por todas partes", añadió.

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