Reportaje:Elecciones 27M

Móstoles supremo

Las Supremas repasan las ventajas e inconvenientes de un municipio en manos del PP y que la izquierda quiere recuperar

Cuando a Las Supremas de Móstoles -Vicky, Susi, y Luisi Bodega Estévez, las tres en la cuarentena- se les pregunta cuál es su lugar favorito de Móstoles, contestan sin dudar: "Las tiendas de los chinos y el mercadillo". "¡Somos así de horteras, qué le vamos a hacer!". Y ahí que se meten las tres -vestidas de negro, rubias platino, uñas de colores- en un chino de la plaza de Pradillo a mirar zapatos y sujetadores.

Las Supremas, antes del éxito de su canción Eres un enfermo, ya llevaban en sus espaldas casi 30 años de carrera profesional curtida en fiestas y verbenas de barr...

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Cuando a Las Supremas de Móstoles -Vicky, Susi, y Luisi Bodega Estévez, las tres en la cuarentena- se les pregunta cuál es su lugar favorito de Móstoles, contestan sin dudar: "Las tiendas de los chinos y el mercadillo". "¡Somos así de horteras, qué le vamos a hacer!". Y ahí que se meten las tres -vestidas de negro, rubias platino, uñas de colores- en un chino de la plaza de Pradillo a mirar zapatos y sujetadores.

Las Supremas, antes del éxito de su canción Eres un enfermo, ya llevaban en sus espaldas casi 30 años de carrera profesional curtida en fiestas y verbenas de barrio. Muchas en Móstoles, en los recintos de las peñas y en las plazas.

Las tres, madrileñas, llevan más de 20 años residiendo en la localidad (207.600 vecinos, la segunda ciudad más grande de la región). Vicky y Susi, en el barrio de Fátima, y Luisi, en la calle de Santa Laura, "al lado de donde vivía Iker Casillas", puntualiza orgullosa.

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Siguen haciendo la compra en el barrio y aseguran que "Móstoles es un lugar cómodo para vivir, no falta de nada". La ciudad creció al socaire del desarrollo de la capital. A mediados de los años sesenta del pasado siglo sólo vivían 4.000 personas en Móstoles. Ahora tiene casi tantos habitantes como Valladolid. Muchos se desplazan a diario a Madrid ciudad.

Las Supremas se confiesan "apolíticas" y hablan muy bien del alcalde, Esteban Parro (PP). "Yo he votado a todos los partidos y todos me han decepcionado", confiesa Susi. "Yo quiero que el alcalde que esté sea honrado y que esto no sea una Marbella", replica su hermana Luisi.

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Móstoles, feudo tradicional de la izquierda, tuvo alcalde socialista desde las primeras elecciones democráticas hasta 2003. Con la izquierda en el Ayuntamiento llegó a Móstoles la Universidad Rey Juan Carlos, se construyó el teatro del Bosque y se transformaron las grandes avenidas. El PP, con José María Aznar a la cabeza, se marcó el municipio como prioridad. A los comicios de 2003, el PSOE acudió desgastado por 24 años de gobierno, por sus divisiones internas y por un escándalo que salpicó a su concejal de Cultura, Iván García Yustos, acusado de hacer llamadas a teléfonos eróticos con su móvil del Ayuntamiento. Los mostoleños dieron la alcaldía al PP, que en los últimos cuatro años ha gestionado una ciudad cuyos principales problemas son la falta de aparcamiento, el precio de la vivienda, la limpieza y la división que provoca las vías del tren de cercanías.

Como vecinas, Las Supremas adoran su ciudad, pero también ven las cosas que hay que mejorar. Destacan la integración de los inmigrantes, la construcción de un nuevo hospital -"el que tenemos se ha quedado pequeño"- o la falta de viviendas para los jóvenes. "Si a mi hijo no le hubiese tocado un piso de protección, no sé qué hubiese hecho. Los pisos normalitos están a 300.000 euros", afirma Vicky. También creen que faltan zonas de ocio para los jóvenes: "Ya se lo hemos dicho al alcalde, que ya vale que haya más bares en Alcorcón".

La decisión del Ayuntamiento, hace dos años, de sacar Festimad de Móstoles (el festival de música rock se celebra ahora en Leganés) les parece "bien y mal". "Había gente que protestaba porque la zona se quedaba muy guarra, pero también era un festival emblemático para Móstoles".

Sentadas en una terraza, Las Supremas aseguran que lo mejor de Móstoles es "la gente". "Aquí no hay autóctonos, somos todos de fuera y nos hemos acoplado. La convivencia es estupenda", afirman. Y esa gente es la que hace que hablar con ellas sea una tarea difícil. Cada tanto se acerca un vecino con el teléfono móvil para hacerse una foto. "Eso sí, ¡que levantemos Móstoles con gente maja!, les arenga una mujer. "La Terremoto de Alcorcón no tiene nada que ver con vosotras...", añade la paisana, tan contenta. "Pues es muy maja", contestan ellas. Se acerca otro espontáneo, jubilado. "¿Qué? ¿Pasando la tarde?", les suelta. Otra mujer: "Ustedes son... ¿cómo es? Bueno, yo las llamo las de Móstoles". Y ellas se parten de risa y siguen firmando autógrafos.

Puestas a pedir, Susi también quiere que pongan "otra camioneta

que la que hay pasa cada 20 minutos". Y como Susi presiente "a los espíritus", hay un sitio de Móstoles que no le gusta. "El antiguo casino, que lo están derribando y van a hacer un centro cultural o algo así. Allí hay yuyus". Luisi pide más plazas de aparcamiento. Y más peticiones: "¡Que no obliguen a las limpiadoras a trabajar cuando está lloviendo!". Ellas proponen desde la barrera. Y con sorna, las mujeres que han llevado el nombre de Móstoles por toda España lanzan un envite al alcalde: "Como se descuide... ¡le quitamos el sillón!".

Las Supremas imitan en Móstoles a The Beatles en la conocida foto de Abbey Road.LUIS MAGÁN

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