Reportaje:

El viaje de Zhao

La realizadora valenciana Susi Gozalvo prepara el rodaje de la primera película española sobre adopción de niñas chinas

Zhao es el nombre de una niña que ahora tiene cuatro años. Nació en China, pero vive en Valencia como hija de la hasta ahora cortometrajista Susi Gozalvo, que ganó el premio al mejor corto de la Mostra de Cinema del Mediterrani en las ediciones de 2004 y 2005. Zhao es también el nombre de la película con la que Gozalvo salta al formato largo, y en la que se adentra en la situación de las adopciones de niñas de origen chino, algo que se analiza cinematográficamente por vez primera en Valencia y en España. La pequeña saldrá en la película en imágenes documentales de cuando fue adoptada, y...

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Zhao es el nombre de una niña que ahora tiene cuatro años. Nació en China, pero vive en Valencia como hija de la hasta ahora cortometrajista Susi Gozalvo, que ganó el premio al mejor corto de la Mostra de Cinema del Mediterrani en las ediciones de 2004 y 2005. Zhao es también el nombre de la película con la que Gozalvo salta al formato largo, y en la que se adentra en la situación de las adopciones de niñas de origen chino, algo que se analiza cinematográficamente por vez primera en Valencia y en España. La pequeña saldrá en la película en imágenes documentales de cuando fue adoptada, ya que su madre y su padre, Luis Rodrigo, productor de la película, se hicieron acompañar de un amigo cámara. La cinta también incluirá animación, y, por supuesto, imagen narrativa de ficción, la mayoritaria en una historia que empezará a rodarse a principios de junio en Torrent y Ayora. Porque Zhao -la película, no la niña- es la historia imaginada por su madre de cómo podría ser una posible vida de Zhao -la niña, no la película- dentro de 20 años. Ese futuro será interpretado por la actriz catalana de origen vietnamita Menh Wai, que presentó durante una temporada el programa televisivo de divulgación científica Redes, de Eduardo Punset.

"El proyecto, tal y como es ahora, nació la primera vez que la vi sonreír en China, cuando tenía nueve meses", comenta la directora, que también tiene otra hija biológica. "Tardó en hacerlo, ya habíamos pasado trece días con ella, y, cuando sucedió, creó su personalidad y no pude dejar de preguntarme cómo iba a ser en un futuro, cuando tuviera veintitantos, qué iba a sentir en Valencia, qué pensaría de su país natal, de su población". Son quizás preguntas que pueden hacerse en algún momento muchos padres de la Comunidad -en donde en 2006 se adoptaron 195 niñas nacidas en el gigante asiático- y del resto del país, puesto que, junto a Estados Unidos y Canadá, España es el mayor solicitante mundial de adopciones chinas (se ha llegado hasta 3.000 en un año). El coloso de Extremo Oriente, para evitar el exceso poblacional, aplica la llamada "política de hijo único" en la que se multa la procreación de un segundo hijo, algo que, sin embargo, no está evitando la inminencia de un nuevo baby boom. En la inmensa China rural, y en parte para evitar la multa administrativa, las niñas son abandonadas o dadas en adopción. Se quieren varones, ya que la hija se casa y se va, y el hijo, en cambio, se encarga con su trabajo de la subsistencia de los padres (no hay sistema de pensiones). Un laberinto que provoca que en algunas zonas se de ya la proporción de una mujer soltera por cada cinco varones, y que, en años venideros, esto se incremente hasta el delirio. "En la película", explica Susi Gozalvo, "la protagonista no se desembaraza de esta realidad, aunque le quede lejos físicamente". Según Rafa Botella, co-autor del guión junto a la propia directora, "ella se ve en un dilema que la obliga a escoger entre el amor y el compromiso con su país de origen". Botella, con experiencia en el periodismo y el guión televisivo, da también su primer salto al guión cinematográfico con Zhao. "No es una película política", apunta, "más bien tiene bastante de poética, y de cuento, pero pensamos que puede ayudar a entender más la cultura china, y a cómo puede vivirla alguien que se encuentre entre dos mundos". De hecho, para el papel de la protagonista se presentaron todas las chicas asiáticas registradas en las agencias de casting españolas.

David Lynch en el despacho municipal

El novio de Zhao lo interpreta el actor castellonense Miguel Angel Silvestre, que recibirá el premio Un futuro de cine en el próximo Cinema Jove. Con su papel, el amor hace de contrapunto emocional. Obra de la productora La Penúltima, la película cuenta también con la producción asociada de Conta, Conta, autora de los programas televisivos Maniàtics y Autoindefinits. Pero lo más llamativo es la total colaboración que ha ofrecido el alcalde de Torrent, el socialista Josep Bresó. Gracias a él, en esta localidad se llevará a cabo la mayoría del rodaje. "Es un cinéfilo", dice Gozalvo, "pone a nuestra disposición grúas, espacios, hasta el coche de bomberos". "No en vano tiene un póster de David Lynch en su despacho".

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