Verdades estadísticas | Elecciones 27M

De tierra de olivos no viene nadie

¿Por qué las madres que tienen antes su primer hijo viven en Ceuta, Melilla y Almería? Tal vez la moderna vida urbana no ha acabado de entrar allí, pero entonces ¿por qué Madrid y Barcelona no retrasan más el primer parto que Soria, Guipúzcoa, Guadalajara y Zaragoza? "Si se lee un poquillo sobre demografía histórica", nos informa Aloe vera [un cibernauta], "se ve que hace siglos (literalmente) que la edad al matrimonio y al primer hijo es más baja en el sur de la península que en el norte". Eso podría reforzar mi teoría de la borrasca: que no es la modernidad, sino el mal tiempo,...

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¿Por qué las madres que tienen antes su primer hijo viven en Ceuta, Melilla y Almería? Tal vez la moderna vida urbana no ha acabado de entrar allí, pero entonces ¿por qué Madrid y Barcelona no retrasan más el primer parto que Soria, Guipúzcoa, Guadalajara y Zaragoza? "Si se lee un poquillo sobre demografía histórica", nos informa Aloe vera [un cibernauta], "se ve que hace siglos (literalmente) que la edad al matrimonio y al primer hijo es más baja en el sur de la península que en el norte". Eso podría reforzar mi teoría de la borrasca: que no es la modernidad, sino el mal tiempo, lo que te quita las ganas. Por desgracia, esa teoría no le gusta a casi nadie. El propio Aloe vera se la carga a renglón seguido sin remordimiento:

"En la Galicia de antaño (una de las excepciones norteñas, que se alineaba con el sur en estas cuestiones) no hacía más calorcito que en la vecindad más malthusiana. Lo asombroso es más bien que sobrevivan a los siglos y los cambios una parte de esas diferencias". Y Divina C contribuye al teoricidio con este argumento: "¿Cómo que el calorcillo incita a la reproducción? ¡Y yo que pensé que era el frío el que obraba esos milagros!". Otra vez medio pollo cada uno (¿y por qué pensará eso, me pregunto?).

Fallecida e incinerada mi teoría climática, necesitamos con urgencia algún otro tipo de idea, y aquí nos aporta una María Maraver: "Cuanto más avancen las sociedades en la igualdad de hecho y más facilidades den a la conciliación laboral, las mujeres tenderán a tener hijos antes de lo que lo hacen hoy, aunque sin llegar a la adolescencia, que caracteriza a sociedades mucho más atrasadas en el desarrollo de la igualdad", expone.

Maraver nos revela así un ángulo esencial que se nos había escapado vivo: que los principios simples y clarificadores no vienen de regalo con las tablas estadísticas. Tienes que verlos antes en tu cabeza para poder encontrarlos bajo la complejidad aparente ("no confundamos lo complejo con lo meramente complicado", solía advertir el genetista Antonio García-Bellido a sus investigadores). En este caso, una sola variable (el desarrollo sociocultural) puede adelantar el primer parto cuando es muy baja y retrasarlo cuando es muy alta. La media de edad te despista en estas situaciones, porque te hace ver una pauta compleja donde no hay más que una complicación engañosa. Pero mírenlo así: si yo no hubiera avanzado la hipótesis de la borrasca, Maraver no se habría puesto a pensar en el asunto, así que el mérito es mío, gracias.

Pasemos al siguiente asunto: el índice de inmovilismo, se podría denominar. Los datos (tomados otra vez del Anuario Social de España 2004 del servicio de estudios de La Caixa) revelan que las provincias de Córdoba y Jaén presentan los mayores porcentajes de nacidos en su propio municipio (70,7%). El extremo opuesto de la escala, y a mucha distancia del segundo, es Madrid, donde sólo el 33,4% ha nacido en su municipio, lo que viene a confirmar el topicazo de que "aquí no somos de ningún lado", que solemos decir los madrileños. ¿A qué se puede deber esto? Anímense con sus hipótesis: ya ven lo poco que duran las mías.

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