Repatriado tras 10 días el cadáver de la temporera atropellada

El cuerpo de la temporera rumana A.L.N., de 36 años y vecina de Bucarest (Rumanía), fallecida tras ser atropellada hace diez días cuando caminaba por el arcén de la A-483, en Almonte (Huelva), fue repatriado ayer.

La organización agraria COAG-Huelva gestionó el contrato en origen de esta mujer, que desempeñaba sus labores en la campaña agrícola en la finca Fres Molinera. Esta organización informó de que la repatriación se hizo en coche fúnebre de Huelva a Sevilla. De allí viajó en avión hasta Madrid, donde otro vuelo trasladará hoy el cuerpo a Bucarest.

El retraso se debió a prob...

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El cuerpo de la temporera rumana A.L.N., de 36 años y vecina de Bucarest (Rumanía), fallecida tras ser atropellada hace diez días cuando caminaba por el arcén de la A-483, en Almonte (Huelva), fue repatriado ayer.

La organización agraria COAG-Huelva gestionó el contrato en origen de esta mujer, que desempeñaba sus labores en la campaña agrícola en la finca Fres Molinera. Esta organización informó de que la repatriación se hizo en coche fúnebre de Huelva a Sevilla. De allí viajó en avión hasta Madrid, donde otro vuelo trasladará hoy el cuerpo a Bucarest.

El retraso se debió a problemas burocráticos por parte del consulado rumano, según la organización, que desde el día siguiente del accidente "lo tenía todo resuelto y preparado para que pudiera viajar a la mayor brevedad". El mayor problema fue el pago de los gastos de repatriación y eso estuvo resuelto desde el primer momento, puesto que el agricultor y COAG-Huelva asumieron todos los costos.

A la funeraria se le facilitaron de forma inmediata todos los datos y documentos que solicitaron sobre esta persona, para que fueran entregados en el consulado de Rumanía en Sevilla, por lo que COAG aseguró no entender el retraso.

Calificaron de "lamentable" que "el cuerpo haya tenido que estar más de una semana en el tanatorio y no viajar antes a su país, donde la familia está desesperada".

Por otra parte, la empresa, con el acuerdo de los casi 80 trabajadores que tiene en plantilla, han dedicado una tarde a recolectar fresas de manera altruista.

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La venta de dicha producción se va a destinar a un fondo de ayuda a la familia de la víctima, y gracias a las gestiones del empresario con todas las partes que intervienen en el proceso para que no cobrasen los gastos ni comisiones para lograr el máximo beneficio posible.

A su vez, COAG-Huelva ha puesto en marcha una campaña de colecta en solidaridad con la familia de Lili entre todos los trabajadores contratados por esta organización agraria.

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